Eres igual a ti, y desigual, lo mismo que los azules del cielo.

Juan Ramón Jiménez


lunes, 21 de marzo de 2011

FRUSTRACIÓN

Hay noches
en las que me aferro
con fuerza a la almohada
y la domino
a mordiscos
Mi boca enmudece
atragantada de plumas
y mis dientes
visten la sangre
del pájaro muerto

Es enfermizo
que cuando me tocas
mi piel se esquirle
en palabras
y que mis silencios
te arranquen los ojos
niño ciego
Que se conviertan
en dados
en manos del
azar
y al estrellarse
contra la verde
piel del tapiz
arranquen siempre
un número muerto

14 comentarios:

Jesús Galbraith dijo...

las relaciones son una ruleta rusa, no sé si es peor el silencio o la bala

El hombre de Alabama dijo...

En definitiva, frustrante, sí.

Darío dijo...

La frustración es, al fin, no poder decirlo, un nudo fuerte en la lengua.
Y beso.

vera eikon dijo...

Trapecista, yo soy de las que prefiero la bala, siempre. Así que puedo estar provocando hasta que me vacíen el cargador encima. Beso
Hombre de Alabama, me alegra de que se sienta la fustración, pues debe ser lo único bien encaminado del poema. Otro beso
Curiyú, lindo. He querido tener una lengua kilométrica para poder buscar ese nudo, porque pienso que no hay nudo que unas manos hábiles no puedan deshacer, y como último remedio siempre podemos cortar por lo sano. Mi fustración tiene que ver con mi incapacidad de escribir durante estos últimos días, después de un periodo al que podríamos llamar fértil. No sé porque mi pluma osciló hacia el lado del amor, quizás es más sabia que yo y comprende que escribir es un acto de amor (o de desamor)
Besazo

Jesús Galbraith dijo...

hay que dejarse llevar, sin duda... para una cosa y la otra

vera eikon dijo...

Totalmente de acuerdo Trapecista. Vivimos sobre la cuerda floja, en un momento pensamos que podemos tocar el cielo con los dedos y al instante estamos temiendo caer...Mejor fluir

Jesús Galbraith dijo...

sí, eso me suena

Darío dijo...

Y ahí vamos, porque el amor es un tema trascendente.

vera eikon dijo...

El gran tema...

Carmela dijo...

Creo que en estos casos es mejor dejar reposar levemente la cabeza sobre la almohada y permitir que los silencios se hagan palabras.
Un beso Vera

vera eikon dijo...

Sí, las melodías se componen también de silencios
Besitos...

Darío dijo...

Y ya que hablamos de amor, y que parece, compartimos alguna concepción del "tema", digo: "el amor puede durar una caricia", empiezo a sentirme más cómodo en tu casa.
Así que, con tu permiso, voy a ir a acomodarme en aquel sillón para que podamos hablar sobre el amor.
Por qué la gente piensa que el amor es cosa de dos?

vera eikon dijo...

Curiyú ¿estás seguro de que quieres darme cancha??? Tú veras...
Seguro que esta no es una concepción muy romántica del asunto, pero entiendo que la monogamia nace a la par que el concepto de propiedad (para más referencias puedes leer “El segundo sexo”) de la tierra, y arraigó con esa necesidad imperiosa que el hombre tiene de transcenderse. En una sociedad históricamente machista, cuando el hombre, como animal territorial, experimenta por vez primera el deseo de decir “esta tierra es mía” (palabras que dan origen a la mayoría de las penalidades de la humanidad), deseo que se ve sustentado por su capacidad de arar la tierra ( algo que en cierto modo lo legitima)surge también el deseo de perpetuarse, legar esa tierra y en cierto modo eludir la muerte. Así que el hombre se ve invadido por ese deseo de perpetuarse a través de sus hijos, pero desgraciadamente para él, no tiene modo de asegurarse de que esos hijos hayan sido engendrados por él, pues la tarea de parir hijos en este mundo ha sido otorgada en exclusiva a las mujeres. Así que ahí surge la gran idea de la monogamia, apoyada a lo largo del tiempo por las religiones mayoritarias , cuyos dogmas-concebidos por hombres- las refrendan-incluso hay religiones que permiten a los hombres tener varias mujeres, pero a estas las condenan a una monogamia “compartida”, a sólo una porción de hombre!!!-y también la literatura y las artes. Pero de todos los aliados de la monogamia, el que la sustenta con mayor fuerza es sin duda el “amor”, una idea terriblemente hermosa, que de un modo casi natural hace que funcione todo este complejo engranaje. Si nos preguntas a la mayoría- creamos o no creamos en la monogamia-nos gustaría encontrar ese amor ideal y para siempre, y, si es posible, compartir con esa persona el resto de nuestras vidas. El amor es una chispa que querríamos perpetuar en el tiempo. La monogamia se sustenta en la idea de que esto es posible. Pienso que el amor no implica monogamia, pero la concepción contraria está tan arraigada en nuestro cerebro (parece que hay conceptos que se transmiten de generación a generación, como si fueran características físicas)que nos cuesta enormemente separarlos....
Aquí me planto, y dejo la pelota en tu tejado si quieres que te cuente como yo lo siento
Me hace dichosa que te sientas cómodo en mi casa.
Beso

Darío dijo...

Mierda! Que estúpido fui. No pensé que contestarías de tal forma.
Comparto bastante este punto de vista, aunque creo que mi pensamiento viene sufriendo un proceso y como tal, todavía no lo tengo definido.
Pero, leyendo a Foucault, en Sexo y poder, confirmé este pensamiento de que la monogamia y el sexo culposo, es sólo una idea arraigada en Occidente, que nosotros, simplificando, le endilgamos al cristianismo, pero que parece, el Imperio Romano ya había sentado esas bases "morales".
Y esas bases morales, con la culpa y el castigo como un péndulo oscilante sobre las cabezas nuestras, hacen que vivamos el amor como una opresión y no como algo placentero.
Y ya me hice bolas!