Eres igual a ti, y desigual, lo mismo que los azules del cielo.

Juan Ramón Jiménez


martes, 29 de marzo de 2011

SUPLANTACIÓN

20 de Marzo

Hoy ha venido Elvirita a verte. Le he dicho que no estabas, que te habías ido unos días fuera por motivos de trabajo. Se me ha quedado mirando de un modo extraño. Como si tuviera algo que decirme. Pero al final se decidió por el silencio. Me ha parecido que una pena profunda arrasaba su mirada y temí que se echara a llorar. ¿Os ha pasado algo amor? Si es así, sabes que Elvira es tu amiga más antigua. Tú nunca te perdonarías echar por la borda tantos años de amistad. No te voy a pedir que me lo cuentes, pero…


17 de Mayo

Por fin, tras esta larga ausencia, ayer vi la silueta blanca del taxi dibujándose tras la ventana. En cuanto salí, soltaste las maletas y nos fundimos en un intenso abrazo, del que me resultó imposible desanudarme. Me sumergí en tus cabellos y pronto deseé ahogarme en su embriagador aroma. Olían a mar y a esas pequeñas alguitas verdes que flotan en la superficie, los días en los que está especialmente en calma y es un placer bañarse. Me gusta el modo en que se quedan pegadas a tu piel en cuanto regresas a la orilla, y como yo las voy arrancando, una a una, complaciente, dejando uno de mis besos para llenar cada hueco que clama en la piel vacía. Embriagado de mar, te llevé hasta al dormitorio y comencé a desnudarte, hundiéndome en el aroma de cada recoveco de tu cuerpo. “Tus senos huelen a nubes. Es así como supongo debe oler la piel de los ángeles” rujo en la caracola de tu oreja, como si ahora yo fuese las olas de ese mar que se rompe. Las manos te huelen a pan recién hecho, muerdo las palmas blandamente, como esponjosa miga que aplasto deliciosamente contra mi paladar. Y tu boca huele a crepúsculo, a las noches horadadas de estrellas en verano. De vez en cuando tu lengua cual perseida se escurre hasta la mía. Las axilas huelen a aventura, a viajes por tierras desconocidas, las lamo como a las arenas del desierto y se me meten en los ojos como si nos tanteáramos en plena tormenta. Pero de todos esos olores me quedo con el de tu sexo, que huele a tierra, a raíz, a savia. A placenta, a cobijo, a calidez. Y me quedo allí a salvo del mundo. Olvidando que cuando no estás lo primero que pierdo de ti es tu olor. Y que hoy por fin, lo reconstruyes para mí en el cuarto oscuro....

18 de Mayo

Esta mañana supuse que estabas cansada del viaje y he preferido que durmieras hasta tarde, mientras yo hacía la comida. Elaboré todos tus platos favoritos y después disfruté observando como los saboreabas con delectación. Intercalando exclamaciones y ronroneos a cada mordisco. Al atardecer te preparé la bañera. Estuve rasurando tus axilas, y el sedoso vello rubio espolvoreado por tus piernas. Mientras tú, como en los viejos tiempos, leías en voz alta los maravillosos relatos de “Las mil y una noches” en una edición ilustrada que me habías regalado cuando comenzamos a vivir juntos. Con mimo, enjaboné tu cuerpo como si lo fuera cincelando con la esponja. Después lo aclaré con agua tibia. Al acabar te pusiste triste y me dijiste que querías seguir leyendo para siempre. Pues por alguna extraña locura temías que si dejabas de leer a la mañana siguiente estarías muerta. Me eché a reir para tranquilizarte y te dije que ni yo era el sultán Shahriar, y nunca me había sentido en tan perfecta comunión con nadie...


19 de Agosto

Día de resaca. Anoche nos fuimos a cenar y a tomar unas copas. Tú querías resarcirme de tus más que frecuentes viajes y todas las horas que pasas en la oficina. En demasiadas ocasiones, cuando tu llegas, yo ya estoy en cama, con el gato acurrucado entre las piernas, fingiendo que duermo, porque sé que inevitablemente tu cansancio y mi frustración arribarán en una discusión. Así que me has invitado a uno de esos restaurantes encantadores, pero yo no he podido evitar vivirlo como una banal compensación. Durante toda la cena he sentido el veneno que me subía a la boca y lo eructaba entre sorbo y sorbo de vino. Después he insistido en ir a tomar unas copas. A medida que aumentaba mi estado de ebriedad, veía como tu rostro se desdibujaba. Pero yo, cuanto más se difuminaban tus rasgos, más bebía. Hasta que desapareciste y Juan, detrás de la barra me dijo que ya no me servía más copas, y se ofreció a llevarme hasta casa...


23 de Septiembre

Aquí estoy, borracho un día más. Tratando de fundirme con la pared. Tus prolongadas ausencias me sumergen más y más en el infierno. Ha venido Elvira y me ha reprochado mi estado. Dice que me boicoteo. Que yo mismo me conduzco por esta senda de autodestrucción. Y después-no te lo podrás creer-¿sabes lo qué ha hecho?.... No debería decírtelo porque es tu amiga. Tu amiga más antigua. Pero me parece tan indigno…Pues…Ha tratado de besarme. Por supuesto yo la he rechazado y le he echado en cara que haya sido capaz de hacerle esto a su mejor amiga. Y entonces, la muy…….me ha espetado que estás muerta. Que hace más de un año que has muerto de un derrame cerebral. ¿Crees que puede haber mente más obscena que la que se inventa esa mentira para seducir a un hombre? No sé como podéis haber sido amigas durante tanto tiempo. Aun encima me ha dicho que envilezco tu memoria viviendo así, fingiendo que estás de viaje cuando no soy capaz de recrearte. Rellenando con recuerdos los vacíos que ha dejado tu muerte. La he sacado a rastras de casa, agarrándola del pelo. Gritaba tanto que me ha extrañado que los vecinos no hayan salido de sus casas para ver que ocurre. ¿Cómo habrías de estar muerta cuando tan claramente te veo, aquí a mi lado?. Compartimos la misma botella, y tu aliento huele a whiskey barato, pero a mí no me importa. De vez en cuando te miro y me sonríes, como aquella vez, a la mañana, justo antes de echarte la mano a la cabeza, y desplomarte sobre la cama.

16 comentarios:

Jesús Galbraith dijo...

uff... me da repelús

El hombre de Alabama dijo...

Y curiosamente beber lo arregla todo. O en parte.

Jesús Galbraith dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Jesús Galbraith dijo...

... me he equivocado de blog, lo siento

Errata y errata dijo...

Hay algunas frases (muchas, la mayoría) que son notables, la forma en que transmitís las sensaciones, lo etéreo, es sublime. Te diría que me perdí un poco con la secuencia nomás y lo tuve que leer dos veces, pero sos una maestra con las imagenes. Te felicito.

fiorella dijo...

Creas un clima,como dice Maia, etéreo.Un beso

vera eikon dijo...

Si da repelús Trapecista, ya he conseguido parte de lo que pretendía.Beso
Hombre de Alabama, me da la sensación de que ambos tenemos predilección por ese tipo de narraciones que transcurren en el fondo de una botella. Bico
Maia, entiendo lo que me dices de la secuencia porque estaba intentando definir el modo de presentar la narración, que a mí entender tendría que ser como retazos inconexos de una correspondencia. Que quizás sólo tiene lugar en la mente del protagonista y no tiene porque haber llegado a escribirse en papel(yo en mi mente he llegado a escribir muchas cartas sin tinta). Gracias por todo lo que dices en tu comentario, que no ha dejado de sorprenderme.
Un beso Grandote
Fiorella, el clima me parece algo fundamental en una narración, puesto que si lo percibimos es porque nos sumergimos en él. Besos

Carmela dijo...

Es increible Vera. La forma en que lo narras,lahistoria,cómo la cuentas, las imágenes tan vívidas...perfecto no más.
Besos

vera eikon dijo...

Gracia Carmela. Palabras como estás me impulsan a escribir, cada día.
Besos

fiorella dijo...

Cuando lo leí no tenía fechas,puede ser?

vera eikon dijo...

Tienes razón Fiorella. Se las añadí después para que no diese tanta sensación de desestructurado...

marcela dijo...

Lo desestructurado, se convierte en la posiblidad de añadir incluso vigas maestras.
Las imágenes, escribir con imágenes es conquistar el espacio y el tiempo. Escribes con luz y con sombras:pura imagen.
Un abrazo

vera eikon dijo...

Si uno es capaz de ver una imagen en un esbozo, vale la pena
Besos Marcelita

Darío dijo...

Permitime que me sumerja en el hipnotizante instante del 17 de mayo...

vera eikon dijo...

Día das Letras Galegas.... Co seu ollar cantareiro tamén son hipnotizanes.
Permiso para sumergirse. No olvide llevar la escafandra

Darío dijo...

Gracias, mi querida...