Eres igual a ti, y desigual, lo mismo que los azules del cielo.

Juan Ramón Jiménez


lunes, 27 de junio de 2011

CANSANCIO


Cuando llegó junto al Guardián de la Puerta le dijo:

-Ahora tengo derecho a hacerte tres preguntas-tratando de sonar afirmativa. La mayoría solía caer en la interrogación, y de este modo perdían la primera oportunidad. Pero eso no le iba a ocurrir a ella..

El guardián le pidió que continuara con un gesto de su cabeza.

-¿Por qué estoy tan cansada?-Dijo la chica con una voz en la que sus palabras no parecían pronunciadas, sino que reptaban su vientre por la frase

-Es fácil. Tienes piedras en el corazón.  El corazón no es un buen depósito de piedras.

En efecto, hacía tiempo que cuando se agitaba escuchaba en su interior un ruido de piedras entrechocándose por la zona izquierda de su pecho.
 
-¿Y dónde guardé mis sueños?

-Esa también me la sé. Los escondiste en tus bolsillos. Tenías miedo de que alguien te los hurtara.

Entonces la chica se restregó los bolsillos, y los puso del revés, de tal modo que asomaban como dos lenguas flácidas sobre sus pantalones. 

-¿Y por qué no los encuentro?-preguntó triunfal, pensando que por esta vez se habría equivocado el Guardián de la Puerta, y entonces podría traspasar el umbral.

-Porque ese es el mismo lugar donde guardaste los agujeros-mira. Y en efecto, la chica vio como sus bolsillos estaban calados de agujeros hasta los huesos. – Se trata de un simple error de inversión, que es bastante habitual. Tenías que haber guardado las piedras en los bolsillos, junto con los agujeros. Y esconder tus sueños en el corazón. A día de hoy seguramente te sentirías más ligera, y menos cansada. Y no necesitarías que errase una de esas tres preguntas para llegar al otro lado, porque estarías esperándome en él…

Y sin más decir, el Guardián desapareció tras la puerta.


19 comentarios:

Darío dijo...

Este es el guardia de Kafka, claro. Y sigue taqn agrete como siempre. Pero, es de reconocer, tiene mucha razón en lo que dice, el problema es de inversión.

vera eikon dijo...

Y es que muchas veces complicamos lo sencillo. Y no ponemos los sueños donde deben estar, bien resguardaditos al calor de nuestro pecho (como la llama de amor de la historia del otro dia). Entonces corremos el riesgo de que los sueños se nos escapen por los agujeros de los bolsillos, y es una lástima, algo de lo que uno nunca debería recuperarse, porque a veces soñamos sueños bellos...

El hombre de Alabama dijo...

Sabiondos. Todo está lleno de sabiondos.

çç dijo...

Somos más expertos que nunca en encontrar preguntas sin respuesta, con lo sencillo digo que sería dar un rodeo preguntarle al Guardián de la Salida si es conocedor de tanta mala voluntad en la recámara. Verita; es en verdad que mis primeros pasitos están siendo del todo caóticos, quisiera saber por ejemplo, cómo poner ordenado y visible... los Blogs q yo sigo... en fin, me encantó su relato

Erev dijo...

Bueno, Vera, podemos hacernos también bolsillos impermeables.
Y así no hay pérdidas.
Pero qué tristeza.

vera eikon dijo...

La verdad es que es enervante, Alabama...

vera eikon dijo...

Pues no lo había pensado Dani. Está claro que eres único en tu especie. Ya veo que eso que me preguntabas ya lo aprendiste sin me ayuda. Bicos, irmanciño querido

vera eikon dijo...

Sí Erev, es triste. Cuando todo debería ser tan sencillo...
Abrazos

Laiseca Estévez dijo...

Los guardianes de la puerta lo saben todo,
¡¡¡ ay, esas piedras del corazón!!!
un día de estos, voy ha hacerme rica con una maquina para la diálisis del corazón...
biquiños VERA.

vera eikon dijo...

Diálisis del corazón!!! Qué bueno Tina!!! Seguramente nos podrías jubilar a todos con ella. Bicos linda!!!

Aka dijo...

Bueno, al menos no guardó los sueños con las piedras, imagina el estropicio que eso hubiese sido. Lo perdido siempre es posible encontrarlo. Me encantó el relató,

un abrazo.

vera eikon dijo...

Tienes razón Aka, habría sido un auténtico desastre. Y ahora siempre podemos imaginar el modo en que ella fue a por sus sueños, y como finalmente burló al guardián de la puerta. Esta vez cuando por fin los encuentre, los guardará en lugar bien seguro .
Abrazos

EG dijo...

Con este espléndido relato acabo de evitar, al menos, un año de terapia. Muy claro. Y si pongo "me gusta", "Qué bueno!!!" y todas esas cosas...vos me creerías? No quiero que te canses de mis comentarios porque carezco de esa habilidad de expresión que tenés vos!
Un abrazo! (esto me recordó a algo que tenía guardado y no sabía cuándo subir, ahora lo sé!)

Malena dijo...

Yo tengo el corazón con agujeritos y los bolsillos sanos. Los sueños no se escapan, pero igual estoy cansada.

Hermoso, Vera.

Alan Moore dijo...

El guardian ese es un borde, está pidiendo a gritos que alguien le parta la cara de una vez y para siempre. Yo de ella, lo hubiera apedreado con las piedras del corazón. Que vaya aprendiendo lo que es bueno.

Un lápiz de algodón.

vera eikon dijo...

Emma, ni se te ocurra pensar que me voy a cansar de tus comentarios....Sería mucho más fácil que tú te cansaras de los míos, porque sé que soy muy, muy pesada. Está bueno eso de que con el relato te evites un año de terapia...Y siempre me voy a creer lo que me dices, porque sé perfectamente que si no tienes nada que decir te callas. Supongo que la entrada de la hablas es la de esta mañana. Ya dije en tu blog que me embobó la foto. Bicos!!!

vera eikon dijo...

Genial Malena, que no se te escapen los sueños. Siempre que te leo me haces pensar "esta es una chica lista, sin duda". Y lo del cansancio, ya se sabe, hay días....
Besos

vera eikon dijo...

Pues sí Alan, eso sería matar dos pájaros de un tiro. Se va librando del peso de su corazón, y se quita al guardián de encima. La próxima vez seguro que sigue tu consejo. Gracias por ese lápiz de algodón
Un abrazo

Crista de Arco dijo...

Suelo escaparle a los guardianes...

Un beso o 2 #