Eres igual a ti, y desigual, lo mismo que los azules del cielo.

Juan Ramón Jiménez


viernes, 26 de agosto de 2011

JUEGOS





CADA CUAL QUE UBIQUE AQUÍ LA FOTO QUE LE PLAZCA A SU IMAGINACIÓN











Después del sexo a ella le gustaba correr hacia el espejo para contemplar el rubor de sus mejillas. Él la observaba, a través del humo de su cigarrillo, y se sonreía pensando en lo joven que le parecía en aquellos momentos. De pronto, al aspirar el tabaco se percató de cómo se mezclaba con el sabor de ella en la boca. Aquello le disgustó, porque lo devolvió a la realidad, donde amor y sexo son efímeros, apenas un instante. Durante la conjunción de sus cuerpos era algo que olvidaba, hasta que el rastro de ella desaparecía del paladar. No sabía la razón, pero aquella tarde necesitaba jugar a prolongar el sexo de manera indefinida. Así que aplastó el cigarro contra la piel del cenicero, hasta que hubo exhalado su último aliento de humo, y se levantó. Se colocó entre ella y el espejo, y se arrodilló. Sintió el vello que cubría su vagina, revuelto y pegajoso. Todavía impregnado de las anteriores secreciones. Lo olió, aspiró, tiró de él ligeramente con sus dientes. Tanteó con su lengua la rendija, y penetró en ella lentamente. Tal y como había deseado, ella no separó las piernas. Seguía observando detenidamente su rostro en el espejo, como si las sensaciones le fueran comunicadas, no a través de su vulva, sino a través de las variaciones de ese rostro, que como parte del juego trataba de mantener imperturbable, y como un lago aparentemente en calma de vez en cuando parecía erizarse con los pasos de una ligera brisa. Entonces sí, separó los labios exteriores con sus dedos y abrió su boca con avidez, buscando la pulpa, hincando en ella sus dientes, hasta arrancarle todo el jugo. Ella apenas se movía, continuaba con el juego de la estatua. De vez en cuando algo parecido a un gemido parecía quebrarse en su boca. Tenía las manos relajadas sobre sus cabellos, y sólo cuando llegó al orgasmo tiró con fuerza de ellos. Aquel fue el único movimiento que se permitió a la estatua. Una vez hubo terminado, ninguno de los dos sabría decir cuánto tiempo permanecieron en aquella posición….

Por fin ella se movió y se dirigió a la ducha para abrir el grifo, pero el la detuvo e hizo un gesto negativo con la cabeza.
-No, hoy no me borres-le dijo.-Permite que sea la noche quien lo haga.
Ella le miró y no dijo nada.

Fue hasta el armario y lo abrió. Estuvo un rato buscando hasta que encontró un vestido de color crema, de tela muy ligera. Se lo ofreció diciendo:
-Ponte esto. Pero sólo esto. Y los zapatos, claro.

En silencio ella lo tomó y lo deslizó sobre su cuerpo desnudo. Era casi como si no llevara nada puesto. Sólo el olor y la pátina del sexo. Tampoco se puso perfume

Cuando llegaron al restaurante la mayoría de sus amigos estaban ya sentados a la mesa. Por lo general tenían esa costumbre tan extendida de sentarse mujeres y hombres separados a uno y otro lado de la mesa, como si formasen dos bandos bien diferenciados. A ellos siempre les había gustado desequilibrar esa armonía, y como encontraron dos asientos juntos, se sentaron uno al lado del otro. Durante la cena, no les pareció que la conversación fuera muy animada. En el bando de las mujeres se hablaba de niños y una futura boda. En el de los hombres el tema principal de conversación era Mourinho. Ellos se pasaron el tiempo conversando con lo olores. Ella le tomaba la mano y aspiraba con fuerza sus dedos. Él se apoyaba en su hombro, y hacía lo propio. Entonces le parecía sentir un olor dulzón subiendo de entre sus piernas. Y una erección comenzaba a desperezarse bajo sus pantalones. En los postres ella volvió a tomarle la mano y la retuvo entre la suya, durante bastante tiempo, sobre la mesa. Pero de repente las movió colocándolas bajo el mantel, encima de su rodilla. Fue deseslizándose en la silla, poco a poco, hacia la mesa, hasta que él pudo sentir la tela del vestido, ligeramente arremangado. Al estirar los dedos, siempre con su mano entre la de ella, tocó el vello ensortijado. Permanecieron así durante un rato, tratando de acompasar las respiraciones que se habían acelerado. Entonces ella acercó ambas manos hacia sí, y él sintió la blandura de su carne. Ahora era ella quien le conducía, decidida a no soltarle. Los dedos de ambos se aproximaron al resquicio, esta vez abierto de para en par, porque sin disimulo había separado las piernas. La vulva estaba húmeda, todavía impregnada del sexo de la tarde. La manode ella comenzó a moverse, como marcándole el compás, justo en ese momento inició una animada conversación con su amiga Irene, quien se sentaba enfrente. Los dedos parecían bailar al hilo de las palabras, o quizás eran ellos los que tiraban de las frases, y el comprendió que de nuevo estaba jugando a la estatua, pero esta vez era una estatua parlante. Las caricias se sucedieron a distintos ritmos e intensidades. De vez en cuando introdujeron los dedos en el interior de la vagina. Uno, dos, tres…Descifraba los orgasmos por la tensión previa, y el temblor posterior de sus piernas. A punto estaba de arrancarla de la silla, y llevársela al baño, y allí, sobre el lavabo penetrarla con la misma impiedad ante el entorno que ella parecía mostrar. Y hacerla gritar, gritar, y gritar….hasta que aullara la estatua. Pero cuando se estaba levantando de la silla, los demás le acompañaron, pues ya era hora de irse del restaurante. A pesar de su turbación, rápidamente se percató de la mancha que se había dibujado sobre la banqueta de ella-cuando por fin reunió las fuerzas para ponerse en pie. A tiempo suficiente de empujarla hacia la mesa, y ocultarla oportunamente bajo el mantel.

27 comentarios:

Darío dijo...

Mmmmmmmmmmm...este juego...y yo buscando un chupete...siempre amé las chicas peludas...

Darío dijo...

Tengo que acotar algo. Este texto tiene aroma(s) y acelera los latidos del corazón.

vera eikon dijo...

No admito sexo sin pelos....Tampoco lo admitiría sin olor...

Carmela dijo...

Acelera todooooooo, no solo los latidos.
La foto no es necesaria, pero de haberla, una con mucha agua y espuma.
Un beso Vera

vera eikon dijo...

El otro día alguien me dijo que iba a arder en el infierno por escribir cosas como esta, Carmela. Pero al menos me garantizó que estaría en buena compañía. Aunque lo mejor sería ganarse el infierno por vivir cosas como estas, no por escribirlas...
Bese

Carmela dijo...

Creo que debiste entender mal, te diría que los que te leemos arderíamos como si estuviéramos en el infierno, y ...no se equivocaba.
Bicos

vera eikon dijo...

Ja!!! Esa sí que me gustó, Carmela. Bicos!!!!

fiorella dijo...

"arder en el infierno", todavía se dicen esas cosas?. Viva el fuego entonces...y el agua para seguir ardiendo. Un beso

vera eikon dijo...

Sí, Fiorella, vivan el fuego y el agua, y aquellos que por ambas cosas no temen arder en el infierno. Besos

EG dijo...

A la pucha chamiga!!! y mi situación sigue siendo la misma que antes!!!
-alone-

en fin...

Esas historias me recuerdan...bueh...

Qué importa la foto!!! NADA!!! lo ví todo!!!

Fiorellaaaaaaaaa holaaaaaaaaaaa

Isabel dijo...

Alto voltaje.
Aguanto algun pelo, pero soy asquerosa con los olores, por lo tanto asceptica,nada de olores..je!

bicos! =)

Axis dijo...

Ay Vera! admito que me sonreí en todo el relato, sonrisa cómplice, sonrisa de "quiero", sonrisa de recuerdo, sonrisa de entusiasmo, sonrisa de piel, de olor, de tibieza que me inunda...

Bicos

(también me gusta decírtelo, jaja)

Anónimo dijo...

Texto incendiario. O para incendiarse, no sé. Muy bueno.

Saludos

el maquinista ciego dijo...

Yo no ubicaré foto... creo que, sencillamente, me ubicaré yo ahí....aaay, creo que hoy Maquinista arderá todo el día en el cielo............(porque el infierno será más bien no tener nunca nada así, ni siquiera poder olerlo de lejos...)

(últimamente ando descuadrada y siempre corriendo, pero te leo, no vayas a pensar, y en algún momento me pararé y me sentaré a comentar, que se me están quedando muchas cosas estaciones atrás ;))

Un bico grande y feliz fin de semana!

El hombre de Alabama dijo...

Recristo.

Sandra dijo...

Una sonrisa cuando recordé que una primera vez yo tampoco me duché y me llevé su olor conmigo, ante su aparente sorpresa.
Él en cambio se duchaba con tanta fuerza después de cada encuentro que supongo que no quería ni rastros de mí en su cuerpo.

Muy bueno tu relato, un saludo

(leo a joven y será que fallo en que no me dejo pelos por ahí abajo? jeee)

silvia zappia dijo...

no foto,no foto...no es necesario...!*

vera eikon dijo...

"Y el verbo se hizo carne", por eso a veces creo que no son necesarias las imágenes, Emma. Y no hay nada que no podamos ver con los ojos de nuestra imaginación. Cuando escribo cosas como esta (reconozco que lo escribí porque era viernes, y me aburría en el trabajo, así que busqué una manera de trasladarme fuera de..), pienso que la realidad ha de ser muy gris en contraste con mi fantasía. Pero eso sólo lo pienso hasta que sucede....Besos, querida.

vera eikon dijo...

No sé, Isza, yo creo que el sexo está lleno de aromas embriagantes. Está claro que me refiero a los aromas que afloran en el instante y en la pasión."Hay un olor prendido en cada centímetro de piel"...Bicos

vera eikon dijo...

Sí, Axis, yo también me sonreí al escribirlo. Y bueno, menos mal que lo escribí en el ordenata, porque si llega a ser con papel y boli, no me hubiese extrañado que todo el relato acabara ardiendo. Me gusta que digas Bico. Bicos a moreas!!!!

vera eikon dijo...

El lenguaje es inflamable, Horacio. Un abrazo

vera eikon dijo...

No dudo, Maquinista, que le pondras imagen, piel, y aroma al texto. El cielo ha de ser un lugar donde una se gane el infierno, eso está claro. Y no te preocupes, esta estación de aquí no se mueve, así que será bienvenido el Maquinista cuando desee hacer su parada. Por cierto, por si la conoce, una hermosa parada sería la cantina de la antigua estación de Chapela. Un lugar encantador si algún día se encuentra por las cercanías de Vigo. Bicos

vera eikon dijo...

Muy elocuente, Alabama. Un abrazo

vera eikon dijo...

Ay, Sandra, no creo que tuviese que ver contigo, quizás él era hombre demasiado remilgado (que no dudo que los hay...)Y bueno, a lo otro no sabría darte una respuesta. Bicos

vera eikon dijo...

Pienso que no, Silvia. Bicos!!!

Isabel dijo...

Capaz que cuando la entrega es totalmente TOTAL no importan pelos, babas, olores naturales, etc...
Es que si no es asi, soy media asquerosita jaja!! me explico?

Besotes! =)

Isabel dijo...

ah! olvide aclarar: hay que distinguir un "sexo de conquista" de "te quiero mio hombre!" a un sexo por sexo, porque esta al lado, porque conviven, por cariño, amor, llamesele como quierem etc..
Capaz estoy equivocada pero asi lo pienso yo, ojala siempre sintiera que estoy poniendo todas mis armas en conquistar al otro, pero cuando ya es conquistado, me aburre... =S

Otro Bico!