Eres igual a ti, y desigual, lo mismo que los azules del cielo.

Juan Ramón Jiménez


jueves, 10 de noviembre de 2011

BREVE REFLEXIÓN ACABADA EN SOMBRA...

Barbara Bezina: Eclipse


"...Y he visto que mi sombra también derramaba lágrimas. Incluso se veía, nítida, la sombra de las lágrimas. Señor pájaro-que-da-cuerda, ¿has visto alguna vez la sombra de una lágrima? La sombra de las lágrimas no es una sombra cualquiera. Es muy distinta. Viene de un mundo lejano especialmente para nuestros corazones. O tal vez no. Quizá las lágrimas que derrame la sombra son las auténticas y las que derramo yo son sólo la sombra." 
Haruki Murakami "Crónica del pájaro que da cuerda al mundo"








Ella estaba en continuo movimiento. Incluso cuando se recostaba en su cama, con la cabeza apoyada sobre el brazo derecho, flexionado, y el rostro mirando al techo, observando como la luz atravesando la lámpara la dotaba con la apariencia de una medusa de cristal, ella se sentía un mar de encabritadas olas. A veces una risa como un pez se deslizaba por todo su cuerpo. En otras, una canción como una hoja a la deriva…. Cuando el pez o la hoja encallaban en su corazón ella tenía una necesidad imperiosa de extraviarse en el mundo. De refugiarse desnuda entre sus brazos, olvidando la sonoridad de su propio nombre. Ella soñaba con ser pájaro. Abrir sus enormes alas y fundirse con el cielo. O como un insecto aplastarse vertiginosamente contra el parabrisas de un coche. Y no es que deseara la muerte, precipitarse sobre el dorso dentado de la nada. Era más bien un anhelo de desvestirse la propia piel, y abandonarla como un harapo sobre el suelo. Ser fluido, ser aire, amalgamarse al espectro solar. Caer como lluvia sobre la tierra yerma. Tomar una piedra en su mano. Tantear sus bordes, sus aristas, sus tiernas rugosidades. Ser una mano que acaricia la piedra. Ser el tacto de la piedra en una mano. Una mano que pertenece a un viento…. Hablarle a los árboles en su mismo lenguaje. “Sí-se dice-alguna vez conocí el lenguaje de los árboles, pero es un conocimiento que ha adquirido la consistencia de una pequeña llama temblorosa. Cercada por la devoradora oscuridad…” Hacer de su ser una montaña, palpitando en un grano de arena. “¿Qué es lo que encierra este arcón de carne?” “¿Será mi ser una criatura abisal que habita en las aguas más profundas de un océano?” A veces siente todo el peso del mar sobre sí. “O quizás no soy más que una concavidad, un enorme vacío imposible de llenar”. Sobre la piel del mundo se balancean solitarias ínsulas sin una pauta común más que la propia insularidad. “El ser humano es el único animal enfermo de insularidad. Desgajado, errante…Por eso ha concebido esta sociedad de sofisticadas y herméticas arquitecturas. Un camino bien delimitado, por el que ha de caminar derecho, tieso, evitando el balanceo y el ensueño para no desplazarse hacia los márgenes. Pero es inconsciente de que los pilares de su obra se apoyan en un lecho de fango. Lo que provoca que esta arquitectura moderna, compleja, aparentemente sofisticada, sea en realidad una madeja con la que es imposible tejer un abrigo para el invierno. Un laberinto entre cuyas paredes se encuentra un hombre pequeño, solitario, desnudo,  incapaz de comunicarse con otros hombres. Un hombre que sólo en ciertas ocasiones, en algún momento de milagrosa lucidez es capaz de vislumbrar que no existe extravío en el cielo ni en la tierra. Uno jamás está perdido al aire libre. Porque el verdadero extravío es el de aquel hombre que, mire donde mire, sólo encuentra frente a sí una pared, cuando lo que está buscando es el rostro de un semejante, o el propio rostro en el espejo, o quizás, simplemente, ver recortarse sobre el suelo la sombra de un pájaro”




14 comentarios:

El Poeta Maldito dijo...

Despojarse de la piel, una premisa bastante complicada.

Imágenes espectaculares denotan sus palabras.

vera eikon dijo...

Sí, es difícil Poeta Maldito, despojarse de esa piel que, como una membrana nos aísla del mundo. Después existe la piel canciliadora,la que es capaz de la caricia, y susceptible de acariciar. La que cohabita con la piel del mundo, o se adhiere a ella como si estuviera cubierta de pequeñas ventosas....Un beso

silvia zappia dijo...

sombra de su propia sombra...un pozo por donde apenas se vislumbra la luna...y el deseo de ser pájaro...

besos*

Anónimo dijo...

te juro que pensaba que era de tu puño y letra hasta que he visto el nombre de Murakami. Te lo juro. Besos

vera eikon dijo...

Dentro de nuestro cuerpo siempre hay un pájaro tratando de extender las alas, Silvia...En cuanto a la luna a veces soy dolorosamente consciente de lo poco que la miro. Debe ser que me paso mucho tiempo dentro de ese pozo....Bicos paxariño

vera eikon dijo...

Es curioso, Jojoaquin, pero el texto de Murakami lo encontré mientras buscaba una foto para colocar en mi entrada, y tuve esa sensación de que en cierto modo "tenía que" encontrarlo... Me halaga que hayas creído que era mío. Besos

Aka dijo...

La edificación de sociedades complejas es la que genera la insularidad del individuo, nacida de una idea artificial de formar parte de un todo, de tener que ser una pieza que encaje en un mecanismo alieno a su naturaleza. Maquinaria que genera tensión, depresión y ansiedad de las que hay que desvestirse y presentarse desnudo como una pieza excepcional (que mal me he explicado).

Besos Vera!

Eleanor Smith # dijo...

Uno jamás está perdido al aire libre. Porque el verdadero extravío es el de aquel hombre que, mire donde mire, sólo encuentra frente a sí una pared, cuando lo que está buscando es el rostro de un semejante, o el propio rostro en el espejo, o quizás, simplemente, ver recortarse sobre el suelo la sombra de un pájaro”

Todo el texto me fascinó, pero este final se lleva todos mis aplausos.

Un beso o 2 #

vera eikon dijo...

Para nada te explicas mal, Aka. Tras releer mi texto yo misma me doy cuenta de ciertas incoherencias, pero traté de escribirlo a bote pronto, y no ceñirlo a ninguna estructura que le hiciera perder cierta espontaneidad, esa sensación de pensamiento que corre...Pero estoy totalmente de acuerdo contigo, toda esta complejidad que nos rodea es como un mar que nos mantiene apartado. A veces sólo en los movimientos más instintivos y animales es donde podemos hallar al otro e incluso a nosotros mismos(quizás por eso mismo nos gusten tanto los gatos. Porque uno siempre puede hallarlos en su manera de estar...). ¿Pero cómo deshacerse de tantos y tantos años de civilización occidental? ¿Cómo despojarnos de tantas y tantas capas que nos convierten en meros humanos-cebolla? Bicos!!!

vera eikon dijo...

Gracias Eleanor. A mí también me gustó especialmente el final, quizás por su modo de desplegarse, así como la sombra de ese pájaro. Biquiños!!!

Isabel Martínez Barquero dijo...

Qué hermosura, Vera, cómo has retratado al ser humano de nuestros días, perdido en arquitecturas no hechas para un espíritu sensible, un espíritu que solo persigue huir de la soledad.
Un abrazo bien grande, pero de los grandes e inmensos.

vera eikon dijo...

Es que creo realmente que a lo largo de los siglos los hombres hemos dotado a nuestro mundo de una complejidad falsa, sólo por no enfrentarnos al vacío,en un intento de elevarnos por encima del resto de los seres, forjándonos una vana presunción de transcendencia a la que no queremos renunciar. Y de este modo nos alejamos de la vida, del otro, de nosotros mismos....Un abrazo inmenso que abarque toda esta tierra de por medio, y te rodee.

Carmela dijo...

Y después de leerte se hace patente la soledad que abraza al hombre de nuestros días. A veces hay que coger el petate y marcharse, a las montañas, al mar o a un desierto, pero es necesario aislarse y mirarse para vernos de nuevo.
Un beso Vera

vera eikon dijo...

Si, tienes razón Carmela, es imprescindible ese ejercicio de recogimiento. Pararse a mirarnos para mirar...Bico