Eres igual a ti, y desigual, lo mismo que los azules del cielo.

Juan Ramón Jiménez


miércoles, 25 de enero de 2012

PRESENCIA EN LA AUSENCIA

Imagen: Sophie Thouvenin




A Miguel, y su manera de estar presente en su ausencia



Lágrimas,
fragmentos de alma
cayendo sobre el día
en cuajos de otoño
Hacerse pedazos
Romperse
Herir pájaros de pena
Campos sembrados de desesperanza
Quise asirte
con todas mis fuerzas
pero te llevaron
a ese lugar del que nadie regresa
Me legaste
partículas de muerte bajo las uñas,
fibras de olvido,
el fúnebre cantar de una campana,
la insípida atonía de un punto de encuentro
ubicado en un rincón de la nada
Te llevaste tus ojos,
tu sonrisa,
aquella manera que sólo tú
tenías de llamarme
A veces
-sólo a veces-
el viento viene preñado
de tiernos retoños de tu voz
Tatuando en mi corazón
una brisa de mariposas,
un rumor a rocío






22 comentarios:

EG dijo...

hermoso

el maquinista ciego dijo...

...y muy triste...

('...te llevaste...aquella manera que sólo tú tenías de llamarme...'......un recuerdo que, supongo, consuela tanto como duele...)

Un bico y un abrazo fuerte, Vera, un rumor a rocío......

vera eikon dijo...

Es curioso, Emma. Lo comencé a escribir antes de leer tu entrada de hoy, y sin embargo, al leerte, sentí que había alguna conexión entre ellos. Besos!!

Amanecer Nocturno dijo...

Echar de menos, esa sensación tan llena de dolor y que te ha permitido crear un poema tan bello como éste.

vera eikon dijo...

Tienes razón, Maquinista, pero a medida que va pasando el tiempo se produce una especie de asunción del dolor, es como si nos llegara amortiguado, quizás porque ese dolor forma parte de nosotros mismos, y es como si en cierto modo nos inmunizáramos a parte de sus efectos(pero, no nos engañemos, el dolor está). Y así, podemos ir recuperando parte de lo perdido, recordar, rememorar, o percibir con mayor libertad las huellas de aquel que se fue...Besos a Maquinista, Muchacho y muy especialmente a La Revisora!!

vera eikon dijo...

Es extraño AmanecerNocturno, cuando comencé a escribir lo hice a partir de un verso(creo que fue "fragmentos de alma), sin saber muy bien de qué iba a hablar(por lo general, yo nunca tengo muy claro de qué voy a hablar antes de escribir, pero siempre trato de darle oportunidad a ciertas frases, a ciertas palabras, que de repente se me cuelgan. Bueno, a veces, escribo en base a una idea, y ahí ya sé desde un principio de qué estoy hablando). Pero mientras escribía me percaté de que estos días estuve tratando de rememorarle, pensando sobre todo en su modo de llamarme, y me doy cuenta de que cada vez es más difícil recuperar los tonos, los matices. Y cuando por fin sucede es un poco como el rocío, algo con una belleza absoluta pero efímera. Me alegra que te guste. Un abrazo

Isabel dijo...

Profundisimo, hermoso y triste...

Como entiendo esa "presencia en la ausencia"

Besos

El Poeta Maldito dijo...

Nunca es agradable perder. Que bueno eso del disparador a partir de una frase, sirve, a mi me pasa, después va tomando forma el poema.

Muy bueno.

vera eikon dijo...

Es verdad Isza, esa es una sensación que todos acabamos viviendo. Consuela un poquito el poder extraer algo de luz de la tristeza. Bicos!!!

çç dijo...

Son muchas y diría vetadas algunas las ausencias, si las recolectáramos incluso aquellas rechazadas las presencias se desnudarían haciéndo la coreografía de un súbito edén. Tal vez sean esos últimos versos que tan bien dices.

Bicos Vera.

vera eikon dijo...

Sí, Poeta Maldito. Cuando es así, siento que son las palabras las que dirigen, y que yo me hago a un lado. Y a pesar de que este poema acaba hablando de sentires que son muy míos, muy personales, pienso que es en la palabra donde se debe intuir la "cosa viva", y no en la mera exposición de nuestros sentimientos, o de las situaciones que estamos viviendo, o hemos vivido. Que las palabras ahonden en el ser, y extraigan, y subordinarse a ellas. Abrazo

vera eikon dijo...

Quizás en la aceptación(y no en la resignación, que es una horrible palabra perteneciente a la moral judeo-cristiana), en la comprensión, de que a veces hemos de dejar pasar cierta cantidad de dolor a nuestro corazón-tamiz para poder recuperar ciertos retazos de nuestro esplendoroso pasado, consigamos recuperar parte de su luz y su dicha. Sabemos que para oler una rosa debemos arriesgarnos a lastimarnos con sus espinas. O que cuando jugamos con el gato, nos exponemos a sus arañazos (por cierto ¿cómo se llama el nuevo inquilino?). Quizás desearíamos congelar el momento, preservar para siempre la belleza de lo efímero, pero hay que entender que esto no es posible. Dejemos de blindar el corazón.

Abrazo, hermanito

Maruja dijo...

Triste, da la impresión de haber perdido algo, tan valioso como el amor,¡¡¡precioso. Que tengas un buen día. Saludos.

vera eikon dijo...

La vida tiene muchas cosas valiosas, Maruja, y existen muchas formas de amor. Algunas la vida nos las da, y otras nos las quita...Gracias Maruja. Un hermoso día para ti. Abrazos

Layla dijo...

cuánta belleza

Desconocido interior dijo...

Bella manera de acariciar entre recuerdos a quien ya no se encuentra.
"Solo el olvido de las pequeñas cosas durante su vida, hace que la marcha sea inmensamente triste." (eso leí en algún lugar)

çç dijo...

Nos exponemos incluso a manifestarnos. La sed imborrable de los pasos. Un gato, una rosa, un ojo.

Creo que se llamará Betsy... por abreviar aquello de Bessie Smith

Crista de Arco dijo...

Es hermoso Vera. Muy hermoso.
Las imágenes de Sophie son estupendas también.

Un beso o 2 #

María dijo...

Lágrimas de ausencia, de recuerdos, de nostalgia... me encanta como escribes.

Un beso.

Axis dijo...

Algo así sentí en esta madrugada, cuando desperté sollozando porque tuve un sueño con mi padre, reconozco este poema hoy, reconozco ese tatuaje, aunque estemos pensando en distintas presencias en la ausencia.

Un beso inmenso Vera, inmenso!!!

Aka dijo...

Precioso poema este Vera, triste pero hermoso como suele pasar con la tristeza y la melancolía, que hace brotar la belleza... quizás sea un mecanismo sabiamente diseñado de protección, envolvernos de la máxima belleza posible en las peores situaciones para sobrevivirlas, dejar que discurra el tiempo suficiente para aceptar ese dolor metamorfoseándolo en algo bello por el camino.
Un beso bien fuerte Vera

Xarnego dijo...

A veces las ausencias
son muy presentes.

Un placer haberte leído.