Eres igual a ti, y desigual, lo mismo que los azules del cielo.

Juan Ramón Jiménez


viernes, 2 de marzo de 2012

DE LO QUE ACONTECE CUANDO DEL CIELO SE CAEN LAS NUBES






Empezaron a caer nubes del cielo, y ya no pudimos vernos. El mundo se volvió blanco. Tu rostro también. Yo lo palpaba a través de aquella blancura. Era como estar acariciando un sueño. Busqué tus ojos cerrados. Las yemas de mis dedos repasaron la tersura del párpado. Pensé en alas de mariposa lloviendo sobre mí. En pétalos de carne. A través de tu piel sentí el respirar de tus ojos. Y fue como tocar los cielos que alguna vez habían mirado. La primera imagen de tu vida fue una luz. Una luz que reptaba como el mar y hendió tu corazón.  Desde entonces de la herida no ha dejado de manar sangre. Y de pronto sentí el rugir de mi propia herida, la sangre descerrajándose a tropel. Me reconocí en tu dolor como si fuera un espejo. Vertí besos sobre tus párpados para curarlos de estrellas. Mientras, mis dedos pintaban el arco de tus cejas. Como un reguero de pólvora a punto de estallar en pensamientos. Un huidizo ejército de hormigas. Perseguí la línea de tus cejas hasta las entrañas de un verde prado. Nos acostamos sobre la hierba y nos contemplamos por dentro. Te pregunté si alguna vez habías mirado en el interior de mi sexo. “Ahora mismo”-me dijiste. “Es como una noche llena de ríos y corrientes de aire. Atravesada por un resplandor de alas de pájaros. Hay un dragón dormido, a la espera de ser despertado. Su incandescencia tiene origen en el núcleo de la tierra, y por lo tanto está investido de la misma fuerza de atracción. Los hombres no cesamos de gravitar alrededor de él. Anhelamos el despertar del dragón, pero nuestro deseo no está exento de miedo. Porque sabemos que siempre hay una muerte aguardando entre sus fauces”

“El dragón también-dije yo-. El dragón sabe que al despertar le aguarda la aniquilación. Las partículas de su ser esparcidas hasta los confines del universo. Y después la lenta labor de reagrupamiento”

“Todo ser reproduce en su curso vital el movimiento de la naturaleza.  La vida es expansión. La muerte ha de ser el retorno al inicial estado larval. Durante el orgasmo, por un momento, nos sentimos regresar a dicho estado”-contestaste.

Transmigré al dorso de mi mano. Mis nudillos explorando tus mejillas. Un rubor encendiéndose en ellas. El rubor y la sonrisa se conectan al corazón. Rubor y sonrisa palpitan. Recorrer esas mejillas es un viaje por tu corazón. Y yo también llevo mi corazón a mi mano. Mano y mejilla se acompasan. Sístole-diástole. Uni-sono.

Bajo hasta tu mandíbula. Aprendo su arquitectura. Es una fortaleza, un bastión. Admiro esa tensión  que a veces coquetea con la arrogancia. Has urdido miles de peligros para aquel que quiera asaltar tus muros.  Y el que por fin penetre, lo hará con el tesón de una canción. De esa canción que nos corre por dentro. “¿Existe el amor?-te pregunto-¿O por el contrario lo único que existe es la intuición del amor?”. “No importa-dices-Lo que existe  “es”, con independencia del sujeto. Sólo nuestra intuición nos ofrece al objeto”.

Arrimo. Invoco a mis vientos para caer a tu boca. En espiral paseo tus labios de luna llena. Dedos crepitan besos. La fina piel que los contiene está agrietada del frío. Me sobrecoge la temporalidad, la fragilidad de tu ser. A estos labios algún día se les desinflará la carne. El tiempo se escurre, no puedo desperdiciar un solo beso. Voy con mi boca hacia tu boca, atravesando las nubes. Hilachas blancas entre mis dientes. El paladar ávido. La lengua hinchada de deseo. Con las alas bien abiertas busco. Tanteo. Emigro. ¿Quién inventó el beso? ¿Qué civilización? ¿Estaba el beso en la naturaleza? Lo sexos se unen por la perpetuación de las especies. Pero las bocas lo hacen para sorberse el alma. Me alimento de tu saliva y ya puedo caminar por el desierto cuarenta días con sus cuarenta noches. Quién ha de temer la ira de dios si cuando te beso en mi cuerpo florecen anticristos. Demos a luz un nuevo pecado. Pensemos que la palabra humano apela a nuestra animalidad por encima de todas las cosas.

Sin vernos, nos arrojamos a la tierra con la voluntad de desatarnos a dios. Arranca a dios de mi cuerpo y de mis partes íntimas. Aunque duela. Abre en mi piel heridas por las que mane la sangre putrefacta de dios. Libérame de toda su ponzoña. Aniquilemos al dios de los cielos para que se extingan aquellos que entre los hombres se dicen dioses, aquí, en la tierra.

Entre las nubes hombres y mujeres hacen el amor. Puedo escuchar sus gemidos extasiados. Son tantos que con sus alas de cuervo podrían oscurecer el cielo. Y en esta ceguera blanca de nubes llego a vislumbrar a hombres y mujeres que, sin verse, por primera vez se miran.

11 comentarios:

Carmen dijo...

Es un placer leerte, este relato tuyo me ha encantado.

Feliz fin de semana, un abrazo.

EG dijo...

Parece un Ernesto Bertani!

como Gloria digo...:es un placer leerte.

ABRAZO (TE QUIERO)

vera eikon dijo...

Gracias Gloria. Feliz fin de semana para ti también. Abrazos!!!

vera eikon dijo...

Se te extraña mucho Emma(tu ausencia es de las que calan). Te quiero mucho, amiga!!

Darío dijo...

Maravilla el interior de ese (tu) sexo. El dragón ha de ser terrible...

vera eikon dijo...

Terrible. Tú lo dijiste, Darío...

Amanecer Nocturno dijo...

He estado un par de días no muy bien (emocionalmente hablando), y tras más o menos solucionarlo, nada podría venirme mejor que este texto.
Se nos escapa el tiempo, es verdad, y nos rodea esa temporalidad que nos absorbe y nos deja siendo sólo segundos. Menos mal que si encontramos la saliva adecuada podremos vagar durante días enteros sin ningún miedo.

Gracias por escribir así Vera. De corazón.

Un abrazo enorme :)

vera eikon dijo...

Oh!Siento que hayas estado mal, y espero que los próximos días sean mejores para ti, Amanecer Nocturno. Me alegra mucho que este texto te vaya bien...Y sí, a veces tenemos la fortuna de encontrar el modo de perder el miedo, porque sólo desde la valentía podemos aprovechar el tiempo que nos queda y desencajarle la mandíbula al tiemo. Otro abrazo enorme para ti, y gracias por tus gracias(me llegan al corazón. Así que van de corazón a corazón...)

Axis dijo...

Tantos serían los pensamientos, palabras, ideas, imágenes maravillosas que hay en tu relato para mencionar Vera!!!

Me quedo alucinada y bien sabés cómo saboreo cada escrito tuyo,
o cada tesoro debería decir.

Cuando despierta, despierta!!!

Besos querida, besos que llegan a través de gotas de rocío...

pd: Quisiera mandarle un beso a Amanecer Nocturno y desarle mejores días :)

Crista de Arco dijo...

"Lo sexos se unen por la perpetuación de las especies. Pero las bocas lo hacen para sorberse el alma."

Me encanta. Muchísimo. Voy a compartirlo.

Un beso o 2 #

Carmela dijo...

Es un texto precioso Vera y unas imágenes sorprendentes.
Un beso