Eres igual a ti, y desigual, lo mismo que los azules del cielo.

Juan Ramón Jiménez


martes, 11 de diciembre de 2012

PIEL

Imagen de la película Time de Kim Ki Duk




Pensabas
la piel del corazón impermeable
mas supiste de la lluvia
desmigando su hogaza de cielo
Eras la niña en el asiento de atrás
de un coche
viendo la noche resbalarse
y tu voz
el hambre del pájaro en un puño de silencio
La vida había interpretado ante tus ojos
que es a veces la belleza
el espanto mayor


Hiciste armar tu corazón caballero
lo dispusiste ante la fragilidad
vistiendo su yelmo y su coraza
Todo para aprender
que la sal de una sola lágrima
es más hacendosa que el óxido
y a ese lugar del corazón al que jamás
llegó una espada
sí pudo arribar por corrosión el llanto

Admitiendo
que el estado del corazón
es la humedad
y su piel un barrizal
entre la flor y el insecto
te descalzaste
Que a tus pies
no pase inadvertido
el roce de la hierba
 

18 comentarios:

Zángano republicano dijo...

versos que se filtran hasta empapar las esencias

enhorabuena

un saludo

Darío dijo...

Lo leí tres veces y lo vuelvo a leer. No sé por qué. No sé si es la música o la imagen. Ahora siento que la primera parte es una pequeña película, una fantasía para niños precoces, y la tercera estrofa un poema autónomo que brilla con luz propia. Juro que esa estrofa puede leerse sola, lo juro.

Leo Mercado dijo...

Los pies son dos artefactos que nos permiten comunicarnos con el mundo, entrar en con-tacto con él. Pienso que por eso, no existen pies que no sean hermosos.

miss desastres dijo...

leerte es un verdadero placer Vera.

maravilloso poema

P. dijo...

Musicalidad extrema y deliciosa.

Sarco Lange dijo...

Y cómo no caminar por la playa creyéndonos pelícanos y jurándole a las olas que el mañana está plagado de ayeres, que la bruma de un recuerdo trae más funerales que una orgía de muerte, que la poeta sube hasta lo alto de la memoria y le cubre los pies al caminar de su talento.

Un beso amiga mía.

David Mariné dijo...

qué maravilla Vera absolutamente todo, el poema, la foto... es de noche, te leo descalzo en un suelo frío; tus versos me han hecho notar el roce de la hierba.
felicidades y gracias.

vera eikon dijo...

Eso que dices ya es mucho, Zángano. Un abrazo

vera eikon dijo...

Te comprendo a la perfección, Darío. Aunque los escribí secuencialmente, yo también percibí la independencia entre cada una de las partes. En realidad, como se me atragantó la parte final, estuve dándole vueltas a la idea de reducirlo a la primera estrofa. Pero ya había escrito la segunda, y tampoco quería rechazarla, porque tenía algo que me gustaba, y en cierto modo, aunque la primera no necesitaba de la primera, sí sentí que la segunda se amparaba en ésta.Y después de darle muchas vueltas, apareció el final. Así que decidí preservar esa estructura de tres partes(aunque tentada estuve de poner una indicación entre una y otra que dijera "pausa"), y que cada cual en su lectura las sintiera independientes o un conjunto(o ambas cosas). Me gustó que lo vieras así, en este caso coincidimos...

vera eikon dijo...

Son nuestras alas pegadas al suelo, Leo... Absolutamente hermosos. Besos

vera eikon dijo...

Gracias Miss Desastres...Besos!

vera eikon dijo...

Muchas gracias P. Cada vez somos más sensibles con la música en la palabra...Un abrazo

vera eikon dijo...

Ay, S. confieso, que durante la lectura de tu comentario me tuviste despistada. Y luego me hubiese dado de cabezazos por no haberte adivinado entre tus palabras....Me alegra encontrarte. Besos!!

vera eikon dijo...

Hablando de la foto, es de la película Time de Kim ki duk. Algunas escenas deliciosas transcurren en un parque donde se ven unas esculturas hermosas y originales, al lado del mar. No sé por qué razón, pensé en esta foto para acompañar la entrada, pero, en cierto modo, después sentí que había cierta correspondencia. Si no has visto la película, David, te la recomiendo, es un tanto cruda pero hermosa...Como cualquier película del mismo director. Beso

P MPilaR dijo...

Absolutamente hermoso de principio a fin.
Hasta llegarse al tal cielo, pan candeal desmigado. Pero qué hermoso, Vera.
Saludos

Juan A. dijo...

Los tres últimos versos parecen romper alguna dinámica, pero funcionan muy bien y resultan extrañamente emotivos.

El corazón manda, Vera. Lo hemos dicho otras veces, pero siempre es un descubrimiento advertir su calidez, su humedad, su fragilidad, su firmeza.

Bicos a moreas.

esa de afuera de mí dijo...

ay, vera!
me matas! me matas de encantamiento, me conmoves.
quiero un libro tuyo, para llevarte a todos lados y poder sonreir desde adentro.
como ahora.
gracias por eso.
abrazos fuertes

l.

Axis dijo...

Parece que ya somos más los que pedimos ese libro ;)

Ojalá!

Me quedo con la sensación de finalmente aliviarme con los pies desnudos en la hierba...

lo necesito.

Bicazos encanto!