Eres igual a ti, y desigual, lo mismo que los azules del cielo.

Juan Ramón Jiménez


viernes, 4 de enero de 2013

EL POSO







Al tamiz de los días
el cuenco de unas manos
atesora lo pequeño
el lento derrame
confiere la escucha
la piel se hace

16 comentarios:

Darío dijo...

Así, supongo, el punto mínimo de cada escalofrío es parte del tesoro...Un abrazo.

Javier López-Gomis dijo...

El Poso me ha dejado poso.
Precioso...

vera eikon dijo...

Justo ahí, donde cuaja...Abrazo, Darío..

vera eikon dijo...

Ese es el modo en que la vida es en nosotros...el poso. Gracias, J. Gomis

Juan A. dijo...

En unas manos ahuecadas en cuenco cabe toda la felicidad que nos está permitida.

Besos, Vera.

alba dijo...

Imagino la piel haciéndose, siendo escuchada, y la imagino, como dice Jacques Dupin, como un "brillo del ser. En la superficie húmeda de la labranza."
Sigue escuchando así, Vera, por favor.
Un abrazo.

Maruja dijo...

Una buena entrada. Feliz fin de semana.

Lila Biscia dijo...

la frase final es intensísima.

besos

vera eikon dijo...

Y mucha de esa felicidad, tendrá forma de caricias, Juan Antonio. Bicos!!!

vera eikon dijo...

Querida,querida,querida,...¿qué decir? Que voy a por mis aperos. Que ahora sólo quiero ver ese brillo, y meter las manos en la tierra húmeda, y remover y remover, si es preciso para decir cosas como esta....Besos besos(continuemos escuchando!)

vera eikon dijo...

Gracias Maruja. Feliz fin de semana a ti también!!

vera eikon dijo...

Ay, Lila, mira que le di vueltas. En lo breve parece que todo desajuste es más evidente, y cuesta, cuesta...Me alegra esa intensidad...Beso

Carmela dijo...

Lo importante, bieb cabe ahí.
Besos

Sarco Lange dijo...

Adentro de esas manos hay una semilla. Adentro de esa semilla hay un pájaro. Adentro de ese pájaro afuera.

Bs.

Aka dijo...

Magnífico pequeño tesoro. Qué alegría volver a leerte después de tanto tiempo ausente, Vera. Por unos meses empaqueté mi vida en el cuenco de mis manos y me hice piel, mirada y oídos.
Besos y un gran abrazo!!

Leo Mercado dijo...

Tus textos son siempre una doble, y hasta en algunos casos una triple, construcción: construcción del poema, construcción de un cuerpo dentro del poema, y construcción de nosotros en tanto lectores (desde el barro primigenio hasta la última evolución parlo pensante).
Me encanta leerte.
Besos.