Eres igual a ti, y desigual, lo mismo que los azules del cielo.

Juan Ramón Jiménez


jueves, 23 de enero de 2014

ESTAMPA

Fotografías de CC RIDER





Durante las tardes de lluvia
sólo el viento se sienta en el columpio olvidado
mas el viento, como los muertos, no tiene sombra
ni piececillos que arremetan contra el cielo,
aunque el viento sea, sencillamente,
cielo acaecido.





13 comentarios:

Julio Alcalá Neches dijo...

A resguardo del viento, bajo techo sin cielo.

EG dijo...

Las hamacas, la soledad de los parques y la lluvia...

cómo hacés para que en tan poquitas palabras todo tenga sentido?

vera eikon dijo...

Gracias por tus palabras, Julito. Un abrazo!

vera eikon dijo...

Precisamente, Miriam, este lo escribí del tirón, y luego lo continué, pero cuando llevaba como una estrofa y media más me di cuenta de que el poema estaba en ese primer tirón, y que el resto era superfluo. A veces, precisamente, lo que más me cuesta ver es eso, que con unos pocos versos puede ser suficiente...Me alegra que lo hayas visto así. Bicos!

lichazul dijo...

los parques en invierno son postal perfecta para nostalgias y evocaciones milagrosas, se nos aparecen espectros así como momentos mágicos

besitos
tu poema es un tiro certero a la diana

vera eikon dijo...

Hay imágenes que nos acompañan, por no decir, Elisa, que nos persiguen. Y un día, de pronto, la bala se dispara sola...biquiños!!

Blue dijo...

De un parque sin niños tenía que salir un poema.

Chove.

Bicos, Vera.

Carmela dijo...

...cielo acaecido.
Una imagen, la de tus palabras, preciosa, como la foto de CC
Besos

Leo Mercado dijo...

Por eso la estrategia del viento es posarse sobre las cosas, para así, poder robarles un instante la sombra, y sentirse acompañado.
Hermoso texto y hermosas imágenes.
Abrazo.

Lila Biscia dijo...

los muertos no tienen sombra... PLAF! así me dejaste, vera.
un beso

Anónimo dijo...

Es la primera impresión,
la que hace que sangren
nuestras llagas ya cerradas
nuestras viejas queloides.

Tu ya sabes quien soy

Darío dijo...

Gracias al poema, por acaecer...

Sandra Garrido dijo...

Ayyyysss Vera, que creí que te habías ido. Un día entré y tu blog ya no estaba, pero ahora vuelvo, y te encuentro de nuevo, tan delicada, tan de viento.

Un fuerte abrazo