Eres igual a ti, y desigual, lo mismo que los azules del cielo.

Juan Ramón Jiménez


miércoles, 3 de enero de 2018

RESUMEN



Abrir una carpeta titulada "2017" y hallar un único, solitario y triste escrito...


 El Espantapájaros de Maruja Mallo

A veces pareciera que la vida avanza subrepticiamente, un temblor que nos recorre sin asomo. Cada cuerpo una tierra. Lo estéril, lo fértil: oscilaciones frente al vacío. Lo punible de la propia condición. 

Vertebradas de cansancios, de enfermedad, de ira. Desalojar la tripa del vientre incorrecto. Llevar una lágrima clavada como un anzuelo. Boquear retorciéndote dentro del cubo de un pescador, sin llegar a expirar. Vivir, agonizar.

Y luego está esa cosa, LA GRIMA, incontinente, voraz. Como un roedor subiéndote por las piernas. 

¿Hasta dónde llega el asco? ¿Tiene, acaso, límites? ¿Cómo sacudírselo?

Nos hallamos frente a ese algo inabarcable, sin capacidad para construir un dios que lo CONTENGA.
De una suntuosidad tal que no tiene centro, ni espina dorsal, ni esqueleto sobre el que ponerse en pie. Tanta informidad, tanto anhelo.

¿Se puede restañar la herida de la locura?

¿Quién no padece la enfermedad del viento?