poemas que juegan en el límite, entre la gravedad y la gracia... se escoran hacia el cuerpo, hacia la intimidad de las formas sensibles, y prosiguen allí su vida secreta, pronunciándonos con su brasa o su lentitud
tanta vida en esa hojarasca, tanta carencia que hace cuerpo su voz en la ternura...
Escorarse según ese viento que nos sopla por dentro. Algunas veces corcel del cielo, vapor que sueña ser lluvia. Otras nos anclará a nuestra carne, amarras en la periferia y en los epicentros del cuerpo,jadeos hasta en las aristas. Escribir de ese modo. Un roce. Una caída de alas. El sueño en la mirada del niño. Brizna. Un abrazo, Stalker (tus comentarios siempre son el origen de un temblor)
No sé si existe búsqueda, Darío(para mí escribir es algo que se mueve por dentro y ni me cuestiono. Además en esto soy terriblemente voluble, cero carácter.No puedo vanagloriarme de ir en una dirección)Sólo siento que necesito deshacerme de lo accesorio, reducir el gesto a lo mínimo imprescindible. O quizás todo esto es una excusa para volverme cada día más vaga, y ya no consigo escribir un mísero relato. Y esto, en cierto modo, me preocupa(pero a mi manera de preocuparme de las cosas, un poco de refilón, y sólo me acuerdo cuando hablo de ellas). Me gusta que te guste.
12 comentarios:
poemas que juegan en el límite, entre la gravedad y la gracia... se escoran hacia el cuerpo, hacia la intimidad de las formas sensibles, y prosiguen allí su vida secreta, pronunciándonos con su brasa o su lentitud
tanta vida en esa hojarasca, tanta carencia que hace cuerpo su voz en la ternura...
un abrazo
Ufff...hasta escanciar un beso y que caiga dentro del corazón hay que ensayar y derramar mucho por fuera.
Bicos, Vera.
Escorarse según ese viento que nos sopla por dentro. Algunas veces corcel del cielo, vapor que sueña ser lluvia. Otras nos anclará a nuestra carne, amarras en la periferia y en los epicentros del cuerpo,jadeos hasta en las aristas. Escribir de ese modo. Un roce. Una caída de alas. El sueño en la mirada del niño. Brizna.
Un abrazo, Stalker (tus comentarios siempre son el origen de un temblor)
Pues no nos rindamos, Blue. Ensayémoslo muchas, muchas veces. Sólo el derrame ya merece la pena. Bico hata Pontevedra..
Hay una especie de búsqueda oriental en todo esto.
Me gusta, digo.
Una violencia peculiar rodean los dos textos.
Me encantan.
Los pájaros. Siempre.
Me gustan ambos, pero el segundo poema me conmovió.
Un beso o 2 #
No sé si existe búsqueda, Darío(para mí escribir es algo que se mueve por dentro y ni me cuestiono. Además en esto soy terriblemente voluble, cero carácter.No puedo vanagloriarme de ir en una dirección)Sólo siento que necesito deshacerme de lo accesorio, reducir el gesto a lo mínimo imprescindible. O quizás todo esto es una excusa para volverme cada día más vaga, y ya no consigo escribir un mísero relato. Y esto, en cierto modo, me preocupa(pero a mi manera de preocuparme de las cosas, un poco de refilón, y sólo me acuerdo cuando hablo de ellas). Me gusta que te guste.
Me gusta eso, Poeta Maldito. Mi temor sería que resultaran tibios o neutros. Un abrazo
Los pájaros no pueden faltar, Eleanor. Bicos!!!
Desprendimientos verdaderamente bellos, muy bellos Vera...
Beso (intenso de sonrisa)
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