Esta mañana pensaba en Las Lobas de Machecoul. Probablemente no sea ésta ni la mejor ni la más conocida novela de Dumas. Y si lo pienso, tampoco recuerdo muchos detalles de su argumento. Sin embargo hay dos cosas que creo tener presentes de la misma y que resumen la atracción que en su momento pudo ejercer esta novela sobre mí: la conciencia de que existen personas capaces de exponerse por llevar a cabo sus ideales, que – pudiendo resultarnos equivocados o no-tienen como fin último la creación de un mundo más justo. Y la otra son sin duda los dos personajes femeninos. Las Lobas son dos mujeres en los márgenes, dentro de una sociedad y, sobre todo, un estrato social tan encorsetado, que los márgenes casi no existen, sino que es necesario inventárselos. Las Lobas dentro de su condición y educación femenina, demuestran el mismo valor y arrojo que los hombres, y se exponen atrayendo hacia si las miradas reprobatorias de su época. Anteponen su animalidad y la llama que inflama sus corazones a las convecciones sociales, y a los apelativos insidiosos- ese mote que trata de escarnecer, “las lobas”, acaba por ser laurel-. El caso es que siempre han existido mujeres así, pero generalmente se las condena a la oscuridad. Y a las mujeres que se rebelan muchas veces la literatura les depara un final amargo. Todos sabemos como acaba Ana Karenina. Y la misma Natascha de Guerra y Paz tiene que reprimir su temperamento exaltado y rebelde para conseguir la felicidad y acabar convertida en una matrona. Pero no era esto en lo que yo pensaba a la mañana. Sino, por ejemplo, en la diferencia entre las Lobas y la tibia Costanza de Los tres Mosqueteros. Y en que Dumas dibuja en esta misma novela uno de los personajes más malvados sobre el que he tenido el placer de leer. Que además es mujer. Milady aúna a su total falta de escrúpulos dos cualidades casi complementarias: agudeza y capacidad de persuasión. Para penetrar este personaje es imprescindible haber leído los libros-las películas sobre Los Tres Mosqueteros son en general muy malas-. Pero para mí existe un único episodio en el que Milady expone magistralmente sus verdaderas cualidades. Para conseguir que su carcelero acabe matando a su superior, el Duque de Buckingham, es necesario leer mucho y bien en su alma. Y esto mismo es lo que finalmente atrae de ella como malvada. Y la convierte en un personaje casi único.
Pues bien, andaba yo pensando esto en la mañana, cuando al mediodía, continuando con mi lectura de Los Enamoramientos de Javier Marías-que a veces me atrapa, y a veces me aburre. Quizás porque la manera que la narradora tiene de reflexionar acerca de los acontecimientos es tan hasta la saciedad como la mía. Por lo que a veces me canso, del mismo modo en el que me canso de mí misma-, cuando la narradora comienza a referirse a ciertos episodios de Los Tres Mosqueteros asociándolo a algo que le está aconteciendo. Y ahí es cuando me sorprendo al leer que, según la narradora, Milady es el mejor personaje femenino malvado de toda la historia de la literatura. Bueno, yo no he leído tanto como para decir esto, pero me divirtió leerlo, y me sorprendió hacerlo justo hoy. No puedo afirmar que si el personaje de Marías habla así, él piense así. Pero recordé que hace poco leí en el semanal una columna de Reverte, en la que hablaba de la amistad que existe entre ambos, y de que Marías le había comentado que tenía ganas de releer El Conde de Montecristo-ésta sí es la mejor novela de Dumas, en mi opinión-. A lo que Reverte responde que sin duda ésta era un ejemplo de “novela total”. Bueno, está claro que Reverte es un fan de Dumas convencido. No en vano una de sus novelas se titula “El club Dumas”. A dicho club-y siempre en la novela-pertenece Umberto Eco. Pues, no hay que olvidar, que el método que el asesino emplea en El nombre de la rosa, es un homenaje a la novela de Dumas La Reina Margot. Y luego recordé que en Rojo y Negro de Stendhal el protagonista se enamora de una mujer de una familia cuya importancia nobiliaria estriba en que son descendientes de La Molé, el amante de la Reina Margot que, acusado de traición, es finalmente ajusticiado. Aunque creo que Stendhal se habrá basado más en el acontecimiento histórico que en la novela de Dumas… Siempre me ha divertido el modo en el que Dumas transforma los acontecimientos históricos en su novela. Como si pusiera la historia al servicio de la ficción. Y le reconozco su maestría novelesca. Quiero decir que el hecho de escribir folletines, y la necesidad intrínseca a este formato, quizás haya desarrollado en él una habilidad sin precedentes a la hora de dejar siempre la acción en suspenso-y de inventarse primero una acción que haya de suspender-. Las novelas de Dumas son como una sucesión de climax. Como un amante habilidoso con la que una cabalga de orgasmo en orgasmo. Quizás los arrumacos, las palabras de amor, y los preámbulos tengan relativa importancia. Quizás no existe amor, ni la comunión exaltada –casi mística- entre dos seres. Pero el sexo es imaginativo y satisfactorio. Eso es lo que siempre he pensado de Dumas y sus novelas. Es entretenimiento, y no va a existir un antes y un después de leerlo, ni va a cambiar nuestra percepción del mundo ni de la literatura-al menos en mi caso, no puedo hablar de los demás-. A mí me entretiene, lo disfruto, quizás porque hace años que no tengo demasiadas pretensiones en mis lecturas, voy leyendo lo que cae, lo que me recomiendan, a veces incluso leo por ponerme en la piel de personas en cuya piel me gustaría estar…. Del mismo modo que siento que no tengo pretensiones en lo que escribo, quizás porque existen tantas formas de belleza, que no quiero encorsetar la palabra, la pienso libre y respirando, buscando ella misma su lugar.... Por eso, este mediodía, me quedo un tanto estupefacta al darme cuenta de cuántas novelas, de algún modo, convergen en Dumas. Y otra vez me doy cuenta de algo con lo que muchas veces topo de bruces y que no acabo de aprender. No se debe ni subestimar ni encasillar a nadie. Nuestra propia libertad y enriquecimiento pasa por dejar al lado los prejuicios….En fin… Se nota que no estoy yo muy creativa en el día de hoy. Sólo me apetece divagar y divagar. Voy a acabar pareciéndome al personaje de Marías…
12 comentarios:
Dos que divagan, se aburren mutuamente. Si, no?
Me doy cuenta de que la palabra "aburrir" no es correcta. En realidad se trata más bien de saturación. A veces me saturo a mi misma. Y quizás por eso escribo y escribo. Porque en mí funciona así, una vez impreso, dejo de divagar...De todos modos, me parece difícil que dos divaguen. Porque divagar es más en plan monólogo interior. Y dos se supone que conversarán. Y si divagan ha de ser por ebriedad, y entonces es divertido...¿ves? ya estoy otra vez...
Divagar es lo mejor, pues muchas veces acabas llegando a lugares ocultos en ti misma que de otra manera jamás encontrarías y disfrutarías. Y para nada creo que no estés creativa, sino mira qué críticaza has hecho de Dumas!
Un beso.
Es cierto Amanecer Nocturno. Muchas de nuestras cualidades se van desarrollando a partir de esta tendencia. E incluso a veces que nuestra capacidad para desentrañar la trama de la vida se acentúa, y hallar los resquicios que nos permitan llegar a las personas...Pero esto también son divagaciones.
Vengo de tu casa, tienes una voz muy especial. Me sorprende tu escritura. Es fresca y está llena de misterio. Siempre me traigo algo de allí...
Besos!!!
Hablando de divagar...hoy pensaba que me gustaban las palabras a las que se les agrega la terminación "azo/aza" (discazo, por ejemplo) el caso es que me encuentro aquí con el término que utiliza Amanecer Nocturno cuando dice: "críticaza", ejem... cosas que pienso... y la entrada que subiré cuando llegue a casa trata un poco de eso, de un algo de divague también, de esos pensamientos que van aflorando a partir de algo minúsculo o no.
Y con vos Vera... me quedaría escuchándote en una tarde como hoy, así de soleada, echadas en el césped de algún parque, riéndonos y prestándonos atención y no tanto, jejej
Besazo!
" Sin corsé"...
Es verdad: cuánto prejuicio suelto y sin sentido va y viene por todas partes.
A mí me pareció muy creativo y muy bien escrito este post.
Un beso o 2 #
Deberías divagar más a menudo con el teclado, es un placer leer divagaciones de este tipo, siempre resulta de lo más curioso como las ideas se van entrelazando de manera sin que las dirijamos... ¿quién las moverá? ¿tendrán los conceptos vida propia más allá del que les creemos adjudicar?
Un beso enorme
Sin duda amamos las palabras, querida Axis. Una palabra entre sueños es capaz de alegrarnos el día. Está claro que las casualidades estrechan, son casi piel con lo otro y con los otros(acabo de comentar tu entrada...).
En realidad y, a pesar de mi verborragia, adoro los diálogos. Tengo mucha curiosidad por el otro, y no tanto por su vida, sino por su percepción de la misma, o de la vida en general. ¿Nunca has pensado que en el amor somos como gatos, que hay una gran curiosidad acerca del otro, que en cierto modo nos mueve hacia él, y hacia todo lo que le concierne? Y el modo en el que interaccionamos en una conversación, cuando estoy con amigos y amigas, y a veces estamos completamente de acuerdo, y otras disentimos....Eso es genial, muy estimulante. En ese parque, junto a ti, sé que no le pondríamos trabas a las palabras. Besos transoceánicos (teletransportación ya!!)
Gracias Eleanor. Deshojémonos los prejuicios. Es difícil, pero al menos intentarlo. Bicos!!!
En realidad lo hago bastante a menudo, Aka. Pero las cosas me las guardo para mí, o a lo mejor las dirijo hacia otra persona. Un amigo de otros tiempos solía decirme que mi correspondencia era amazónica.
En cuanto a las ideas estoy de acuerdo contigo, a veces durante la divagació parace como si se dimensionaran. Cosas en las que nunca te habías parado a pensar, están perfectamente estamentadas en tu cerebro, y cuanto más escarbas en ellas, más consciente eres de la complejidad de esas estructuras. A veces me ocurre cuando escribo relato que las ideas vienen como ráfagas. Y es más, el intervalo de tiempo es muy breve, y sucede que la historia ya está perfectamente conformada, y yo sólo voy llenándola de detalles. Muchas veces me pregunto ¿de dónde salió esto?. Como si se tratara de algo ajeno e independiente de mí.
Besos, querido Aka (¿continúas en Barcelona??)
Aqui voy apretar mi dientes, hasta dejarte una marca...
Benditas sean tus divagaciones y como hablas de las palabras. Maravillosa esencia que encierran ellas para construir en nosotros y nosotros dandole sentido a ellas. Me apasiona ver a alguien que no pretende encorsetarlas, ni atribuirle solo un significado.
La palabra en sí cobra vida y da frutos distintos, tanto por la boca o pluma que las utiliza, como por el oido y los ojos que la experimentan.
Mientras haya palabras, habrá vida.
la lobas, las zoras, las puras, las santas, las benévolas, las agresivas, las que crean y las que destruyen... palabras y más palabras
Estoy oyendo y leyendo muy buenos comentarios de la última obra de Marías y la verdad, no sé si atreverme de nuevo. Le abandoné en 'Corazón tan frío', y tanto, frío, y pausado... Pero siempre es bueno cambiar de opinión o, al menos, intentarlo. Saludos!!!!
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