Eres igual a ti, y desigual, lo mismo que los azules del cielo.

Juan Ramón Jiménez


viernes, 19 de octubre de 2012

DE LO QUE SE CALLA




Ese viento que viene amoroso a descarrilar sus vagones sobre tu blanca frente, conjugando el negro flequillo como veleta. Tus ojos desnudos son la confirmación de que has estado llorando. Cómo explicarte que este mutismo es mi defensa de tu trágica figura. Guardo entre los labios el sonsonete de un insecto, y no deseo picarte.  Es paradójico este esfuerzo para hacerte entender que no necesito que me entiendas. Que mi corazón era un pez del que un océano voraz solamente dejó la espina y lo molesto que resulta el modo en que se clava en el pecho cuando sobre él reclinas la cabeza después de acostarnos. Por qué te empeñas en dolerme de dulzura cuándo ya la última de mis sonrisas es un fósil. Lo supe en cuanto te vi, y aún así, a los cinco minutos juntos desenvainamos la noche y nos maravillamos observando el reflejo de la luna en su filo, que yo imaginaba una y otra vez deshojándote el pecho. De ese modo aprendí que tu corazón es una caracola, y el sonido que escucho cuando pongo sobre él la oreja sólo un viento sin enjarciar. No me pidas una vez más que lo articule, pues un auspicio de belleza extirpó mis cuerdas vocales. Déjalo en balbuceo a pie de calle, o en esa mano transparente que delicadamente aparta tus negros cabellos de la blanca frente. Regálame una última mirada en la que brillen dos ecuánimes lágrimas. Y deja caer al suelo el espejismo de que por un instante mi corazón en espinas había vuelto a tener branquias.

8 comentarios:

Darío dijo...

Hay ciertas cosas que no se dicen, están en el aire, pero de esas cosas el amor es la esencial, única y siempre. Quién te va a negar una mirada? Quién dirá que es la última?
No existe eso. El amor es lo único que transcurre, infinitamente.
Besos.

Sarco Lange dijo...

Están ahí, son dos, van adentro de un Volvo de color azul a 150 Km X h. Se miran antes del impacto. Darían su vida por cada uno.

Carmela dijo...

quizás lo mejor del viento es su indomable naturaleza....al menos yo lo creo así. Y tus palabras, son como siempre, un regalo, Vera.
Un beso

Dylan Forrester dijo...

Certera prosa poética.
Nos leemos.

Saludos ;-)

Axis dijo...

"Guardo entre los labios el sonsonete de un insecto, y no deseo picarte..."

Já! Vera! me enloqueces
(para bien, por supuesto!!!)

Bicazo ;)

Garriga dijo...

cada dia me gustás más, mujer pez

Betina Z dijo...

Todo, pero especialmente:
"Ese viento que viene amoroso a descarrilar sus vagones sobre tu blanca frente"
"Es paradójico este esfuerzo para hacerte entender que no necesito que me entiendas. Que mi corazón era un pez del que un océano voraz solamente dejó la espina"
"Y deja caer al suelo el espejismo de que por un instante mi corazón en espinas había vuelto a tener branquias."

Tan pero tan lindo lo que decís, Verita.

EG dijo...

Vos sabés que no soy de la prosa, pero así, cortita contundente y amorosa...así, como estás escribiendo...me enamorás