Te llevo,
animal tembloroso
e indefenso,
entre mis manos.
Arrullándote con el crepitar de un sexo,
al que, a ras de cielo,
le salen plumas.
Gemir los días
con todos los dientes
y el roce de un chicle sobre mi lengua.
Dices algo bonito sobre el vestido que llevo.
Un vestido no es algo que se lleva.
Un vestido es algo que se empuña.
-así la luna se empuña brillo
contra la noche-
Pero esto un hombre no lo sabe,
él se limita a ponerle un cuerpo al filo.
Bajo su tela el estigma,
mi condición de mujer.
Entre las piernas
la herida
que más corta.
que más corta.
Y cuando sangra
no es a mí a quien
sangra,
sino a multitud de mujeres que antes
me sangraron.
Y cuando la rozas así,
con tus dedos,
su redención.
Un hombre solo
no hace una cruz.
Tu condición te inventó
otro hombre
que te atraviesa, horizontalmente.
Y así yo te llevo, amor,
camino del Gólgota.
Te llevo, como a dos maderos
clavados
donde purgar mujer.
Te llevo
para clavarme lugar.
Y cuando me bajes de ti
quédate la envoltura de tus brazos.
En una cosa me basto:
Yo soy, de mi misma,
la Piedad.
22 comentarios:
Yo ya sé que estos versos te los traje una vez, pero es que hoy merecen de nuevo estar aquí, porque este poema... este calvario... nuestra piedad... Ay, Vera...
"Yo trato de explicarme en la cama
La sangre que brota de mi vientre conmovido"
(Joyce Mansour)
Es de los mejores poemas que te he leído. Se me ha clavado muy dentro como si fuera un travesaño de la cruz.
Son unos versos magníficos, Alba querida. Decir tanta pulsión en tan pocas palabras...
Este es, en cierto modo, un poema conciliatorio(conmigo misma). Algo que en cierto modo auna dos vientos contrapuestos(igual uno es brisa y el otro tiene más de huracán). Me encanta que te haya gustado. Besos...
Levita entre lo esencialmente natural y lo naturalmente onírico.
Un beso Vera
Definitivamente, un vestido es algo que se empuña; y se desenfunda.
Un hombre: dos maderos.
Una mujer: dos maderos.
Y qué bien que limas las asperezas de esa madera con "Piedad" al final, con esa delicada sonoridad.
Bravo.
Vera, me hablaste de bandadas de pájaros cubriendo el cielo, de lo que significaba para ti, yo te hablo del pájaro que me salió en la boca al leerte.
M.
Suena biene eso que dices, Caroline. Besos
Me hiciste sonreir, Leo...
Yo quería que este poema dijera amor, Esther, pero también quería que dijera eso áspero, que a veces nos cuesta tragar. Me gusta que sientas que de algún modo se equilibran...Bicos, querida...
Muy visual eso que dices, María. precisamente hoy alguien me hizo llegar una foto de una bandada. Quizás algún día pueda ver una de un pájaro saliendo de la boca de una mujer(o será un dibujo??)Beso
El final es una coronación maravillosa de espinas, pero del maravilloso via crucis. Abrazo.
Poema/estigma, o poema/catarsis...
Me duele el solo pensar a cuánto calvario interno has de echar mano para concebir unos versos así, y me quedo ante el poema como al pie del gólgota.
Besos... y gracias por la poesía.
pd: La imagen elegida también me hizo pensar en un poeta pariendo un poema.
Perdona Vera, hoy no te puedo comentar, sería un hijo de puta si lo hiciera , una perla como la que has escrito sólo se lee y se muere y se renace...
Es tan inmenso este poema...
Sin dudas hay viacrucis que lo son, Darío. Abrazo
A veces una también se inventa los calvarios, querido Sinuhe. Pero quizás al escribir cosas así sí hay algo que nos duele. Como un arrimo del corazón a una espina que está en nuestra mente. O al menos cierto vértigo. Creo que yo también pensé en algo parecido sobre la imagen. Y aunque a mí me parece que es alguien elevándose sobre si misma, decidía darle la vuelta y pensar en alguien descendiéndose...Beso de tu pequeña Vera!
Gracias Sarco. Ya has dicho mucho...Un abrazo
Leyéndote, no cabe duda de que los vestidos los empuñas. Al igual que la palabra.
Enhorabuena, Vera. Mis respetos.
Este poema tiene un vitalismo especial, cercano al sueño pero no lejano de lo naturalmente vivo: la piel y el cuerpo de la mujer, los ojos del hombre. Y todo mezclado hacen un poema precioso.
Besos
Gracias Jesús. Un abrazo.
Eres el segundo que habla del sueño, J.Gomis. Algo debe de haber de eso....Besos
sabía que mos traías uno de los grandes. pero claro, yo venía de Ézaros, que era como llegar de descubrir las américas y claro, ahora me dices que el mundo es redondo y yo flipo contigo Vera de corazón qué fortuna leerte, qué fortuna.
un beso.
Gracias David. Besos!!
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