Qué cosa extraña este espíritu
que en otra carne se apacigua
y no sabe más certeza
que el tránsito de lo palpable
El pesar por delimitar
el territorio de lo salvaje
al otro extremo de la planicie
allí donde comienza lo escarpado
Levantar una alambrada dentro de una
es como ordenarle al corazón que suspenda
todo palpitar que duele
y pretender seguir viva
y pretender seguir viva
El amor lo inaugura
una estampida de corceles
por tus pulmones
El fuego que nos quema
a la primera bocanada de vida
8 comentarios:
Levantar una alambrada dentro de una
es como ordenarle al corazón que suspenda
todo palpitar que duele
y pretender seguir viva
a seguir vivas y viviendo, sintiendo en todas sus extensiones, sin muros, ni alambradas, sin acotamientos.
besicos
Perfecto, Vera. Eres todo un clásico. (No porfíes.)
cerciorarse hasta no dejar duda
Si le quitáramos el amor a los poemas quedaríamos mirando la vida como miran las gárgolas el vacío de una isla.
Beso Vera.
Una magia que no entiende de alambradas ni límites. Una explosión que todo lo inunda salvajemente.
Besos, Vera
Es ¡¡¡Genial!!! Feliz fin de semana un beso Vera.
A veces me parece terriblemente fatal que el amor precise carne, carne, sangre, sudor, lágrimas. Pero lo necesita. Un abrazo.
Cuanta precariedad en el amor y cuanto fuego.
besos
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