¿Qué es aquello que alienta en el silencio?
¿Será que mi propia muerte me convoca?
A un alfilerazo de mi sombra
pájaros se ahorcan en sus ramas
tose el cielo
nubarrones de plumas negras
Ven
toma tu filo
y recorta este vacío que se expande
sea tu piel periferia
y contracción
Ven
derríbalo en la palabra
y embístelo contra el suelo
obvia la repulsión
que todo vacío inspira
Pisotea
salta
aplasta
la angustia que se revuelve,
sus peludas patas
zigzagueando el aire
Segrega el caparazón
espeso líquido blanco,
es el cuajo del vacío,
el semen de la angustia
Y si no has de ser tú
que otro venga y me dé un cuerpo
el vacío siempre es menos
desde otra carne
15 comentarios:
no te creas, el vacio siempre es igual solo que otra carne es un rato de olvido, nada más. bello. bellisimo.
Claro, Garriga, otra carne es un oasis, un espejismo. El vacío continúa, lo mejor quizás sería aniquilar esta repulsa, aceptar el vacío como parte de la existencia. Pero no hay manuales para eso, quizás porque el vacío simplemente se puede soslayar, pero no nombrarlo y mucho menos documentarlo...Gracias por tus palabras. Un abrazo!
Otro cuerpo para suplantar al que se niega y al vacío. Fórmula perfecta...Un abrazo...
Al menos por un instante, Darío...Abrazo
Horror vacui. Eres increíble, Vera.
Moitos bicos.
qué bien cuelgan del lomo algunos versos
un sabor segundo debajo de cada muerte, o cada resurrección
Un poema muy angustioso, parece pedir ayuda para salir de algún problema.
Besos
Y al final queda al descubierto...
Entre vos y Darío hoy me están dando una paliza!
Los quiero ;)
joder Vera, joder...
qué gustazo¡¡¡
enhorabuena mujer, enhorabuena.
besos.
La última estrofa fue la calle donde me atropellaste. No hubo sangre. Sólo pájaros.
El mundo sin poesía sería sólo Mun.
Un beso fuerte.
Guardo todos los pájaros muertos en mi corazón, pero siempre queda espacio para un nuevo vuelo. Las palabras parecen irse ahorcando en el vacío de un verso a otro Vera, hasta llegar al cuerpo, al no-vacío, que cierra el círculo.
Besos de plumón (no de pájaro muerto)
Juarroz habla en un poema de "los efímeros intervalos de la nada". Supongo que la nada misma se da cuenta de que es bueno que se dé sus propias treguas. Y cuando no, pienso, cuando no quiere, cuando amenaza voraz con su vacío, entonces, sin duda... este poema.
Un abrazo, querida.
soledad*
bellísimos tus versos
besos, vera
dios querido veraaaaaaaaaa!!!!!!!!
aplausos de pie!
caí de tu rascacielos y fue maravilloso..
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