Imagen encontrada en la web. Desconozco el autor(no sé si es de un anuncio...)
Me he levantado con ganas
de escribir un poema blanco
y tenderlo al frescor de la mañana
Me he levantado con ganas
de llenar alforjas con tu nombre
y alimentar con ellas
al que tiene hambre
Alguien me dijo una vez
que el amor obra los mayores milagros
Viviría
recostada sobre tu hombro
con los ojos vibrantes de arco iris
y la boca ingrávida de besos
Moriría
como un lazo en torno a tu cintura
con los ojos tapiados de desierto
y la boca quebrándose en relámpagos
Construyo bosques de palabras
sabiéndome la presa
Aquélla tras la que corre la jauría
ávida de mi sangre
Cuando el cazador me doblegue
y rodemos juntos por el suelo
le mostraré un seno blanco
palpitante
preparado para la mordedura
Dientes afilados
desgarran mi carne
Una lengua lobuna
sopetea mis heridas
Todavía respiro
Sus pesadas patas
cavan con persistencia en mi cuerpo
Me pregunto qué clase de tesoro
esperan encontrar
enterrado en mis entrañas
abiertas
desparramadas
malolientes
Miro a mí alrededor
y veo que esa viscosidad roja en la que nado
no es más que un charco de palabras
Palabras como vísceras saliendo de mi vientre
Palabras como sangre manando de mis venas
Palabras para teñir de carmesí este poema
que en la inocente mañana
había nacido tan blanco
15 comentarios:
Hay algo impresionante en este poema, no completa el círculo para ser redondo. Empieza blanco y termina rojo, empieza en la mañana y culmina en la terrible noche.
Así es, Darío. Ni yo misma entendí su devenir. Es como si el agua se volviera sangre entre mis manos. Como si fuera escrito por una maldita...
Es hermoso, Vera. Tiene fuerza, sentido, amor y circularidad. Un abrazo
Casi nada se queda limpio, si es que el blanco es limpio.
Todos los poemas tienen algo rojo escondido. Es cuestión de rascar y sale.
Muy bonito, Vera.
Cuánta belleza expresada en ese color blanco hasta llegar al rojo de las entrañas. Qué beio!
Tus palabras llevan el carmín de la sangre, te besan y clavan los dientes en el alma, a mí me sucede cuando me distancio del poema... se vuelve en mi contra y cae como un relámpago sobre el regazo. el ragazzo
Construyo bosques de palabras
sabiéndome la presa
Aquélla tras la que corre la jauría
ávida de mi sangre
excelentes versos
Algo parecido me sucedió hoy, como si la noche necesitase un respiro ...
Un beso o 2 #
Es curioso el modo en el que a veces surge la circularidad en el poema, Antonio. Así, sin que uno lo haya calculado...Un abrazo
Estoy de acuerdo, Alabama. La pulcritud del blanco es supuesta, no más que una simbología, de la que algunos se han apropiado para fines oscuros....
Me alegra que te guste, Otra vez viajar. Un abrazo
En realidad a veces pienso que sólo se trata de eso, José Antonio. Rascar hasta que se suelte la costra, y eso rojo aflore. Un abrazo
Gracias, Claudina. A veces pienso que la belleza únicamente tiene su origen en un movimiento interior. Incluso cuando la belleza es algo ajeno a nosotros. Miramos al cielo todos los días, pero depende de un movimiento interior que ese cielo nos sobrevenga con toda su belleza. Sin esa disposición interior cualquier adorno del mundo nos parecerá accesorio. Besos
Gracias CC. Hay versos que saben a sangre. Me gusta que los demás también adviertan ese regusto. Beso(fraternal, sin saña, sin sangre...)
Me gusta eso que dices Eleanor. La noche necesitando un respiro. Una bocanada de aire fresco sobre su boca.... Bicos!!!
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