Eres igual a ti, y desigual, lo mismo que los azules del cielo.

Juan Ramón Jiménez


lunes, 22 de agosto de 2011

MANUAL DEL PERFECTO ALPINISTA


Schiele



Por muy intrépido que sea el alpinista
ha de avenirse a una serie de consejos
antes de emprender la conquista
de las cumbres nevadas de mis nalgas
y deslizarse con balanceo temerario
a través de la hendidura secreta
que late escondida entre ellas

Debe conducirse con tiento
y colocar los pies con firmeza
(nota: si se siente demasiado torpe con los pies,
no lo oculte
emplearemos como apoyo las rodillas)
porque a cada avance
corre el riesgo de zozobrar
Para evitarlo
agárrese a las paredes rocosas
sin temor a despellejarse las manos
y por supuesto
clave las uñas
aunque pared y dedo se hagan sangre
No tenga prisa
palpe cualquier ondulación del terreno
cualquier posible oscilación
Explore cavidades
y grutas
En ellas encontrará manantiales
que alivien temporalmente la sed
que sin duda le asaltará
en el transcurso de tan duro ascenso
Saboree la nieve en su boca
juguetee con el hielo entre su lengua
deje que naturalmente se derrita,
nunca lo apure
Y no se sorprenda
si escondido en el corazón del glaciar
encuentra un río incandescente
(recuerde que no muy lejos
entre las dos cumbres nevadas
se erige una falla volcánica)
Navéguelo
Desvístale el cauce
Oscile lentamente
entre el caudal hirviente
y el caudal helado
Permita que ambos se mezclen
Y tómese el tiempo que quiera
en recuperar energías

Llegará la hora de reiniciar el ascenso
muy, muy despacio
Tantee el terreno
pues en el camino
tropezará con durezas imprevistas
Pero no olvide
que oculta entre la roca
se halla la grieta oscura,
incandescente,
humeante
Y al fondo
la pulpa rosada del volcán

Una vez localizada la falla
Inicie el descenso
ayudado de la cuerda
atada bien prieta a su cintura
Realícelo mediante pequeñas sacudidas
Que irá incrementando
en ritmo y fuerza
hasta la embestida final
Entonces déjese caer
derrámese
colúmpiese
gravite envuelto en el vapor
del magma ardiente

Llegado el momento de la consumación
ondeará blanca su bandera

14 comentarios:

silvia zappia dijo...

perfecta metáfora del amor

besos*

EG dijo...

Este poema es ideal para una antología de poesía erótica...

Darío dijo...

Ejem...pero que tiene ahí? Un Himalaya??? Apollinaire se sonroja si lo lee.

çç dijo...

El señor BLoger achicará su imagen pero no conseguirá achicar nada más. Por un momento hube de asirme la cabeza bien fuerte pues pensaba que iba a caer.

Erev dijo...

Eso sí que es un peregrinaje.

Carmela dijo...

No te apures que a quien lea este poema poco le interesará la imagen de blogger, mas bien creo que no es odio, es sabiduría. La imagen que describes es mil veces mas bella y sobra todo lo demás.
Un beso agradecido a tu poema.

vera eikon dijo...

Gracias, Silvia, por tus palabras.
Bico!!!

vera eikon dijo...

Bueno, Emma, me halagas...Es curioso, pero antes de escribirlo estaba pensando que no quería ligar más versos eróticos, y luego vino la idea, y me dejé arrastrar. Bicos, queridña

vera eikon dijo...

Quizás yo también me sonrojé mientras lo escribía, pero tampoco es motivo para dejar de hacerlo...Y bueno, en realidad soy muy, muy, muy exagerada cuando escribo. Le echo mucho cuento!!!

vera eikon dijo...

Si, ya me dijiste, hermanito, que me había ganado el infierno con creces....Besos, Amoroso Rider

vera eikon dijo...

Sí, Erev, hay cosas que requieren cierta devoción. Un abrazo

vera eikon dijo...

Gracias Carmela, me alegra que te guste. Yo temía haber renunciado un poco al lirismo para preponderar la acción. Pero quizás el resultado no sea malo del todo...Besos

Darío dijo...

Menos mal que es usted exagerada. Imaginé el culo más grande del mundo.

vera eikon dijo...

Ay, es que usted se toma todo al pie de la letra....