Mujeres Haitianas de Paul Gauguin
Dame una palabra
para mi cuenco vacío
-te dije.
DESOLADOR
-contestaste.
Y vi un paisaje agreste
en el envés de tus párpados
Y reconocí un llanto seco
en el tañer de tu campana
Me fui descalza
en busca del mar
Pasados unos días
lo traje para ti
Con cautela
Rebosando mi cuenco
Dejando a mi paso
una estela de gotas
Creí que éste era
un cuenco de palabras
un cuenco de palabras
-dijiste-
Has de saber
que lo que define el destino del cuenco
no es su uso
sino aquello que lo colma
-contesté
En ese preciso momento
un único rayo de luz
partió la superficie del agua
Y vi un paisaje de estrellas
en el envés de tus párpados
Y reconocí una canción de verano
en el tañer de tu campana
Y aquella noche
nos colmamos
en los brazos del otro
14 comentarios:
No sé qué. Las palabras no son las cosas, eso es evidente. Ni las palabras surgen de las cosas, como pretendería una teoría onomatopeyistica. Pero, menos mal que existen las palabras. A veces, incluso, uno puede cambiar una palabra por el mar. Y eso está muy bien.
Ps: creo que me embolé
Tú lo has dicho, es un canje. Y hay gente que puede darte el mar a través de sus palabras. Y la primavera. Y el vuelo del pájaro. Y no se trata tanto de que sean equivalentes, sino que se establece una relación de equivalencias. El poeta puede transmutar la palabra en imagen, en música, en olor, en tacto. Y a ese tránsito yo lo denomino "alquímico". Cuántas cosas ha de contener un cuenco vacío será algo que tenga mucho que ver con las manos que lo sostienen, o con las manos que lo reciben...
Y quizá, colmarse el uno en los brazos del otro... llene de muchas más palabras el cuenco ¿no? o de otras cosas que no son palabras.
Pd. me encanta cómo suena la palabra "envés". Pronúnciala y verás :)
Bicos.
Sí, Rocío, envés es una de esas palabras que amo, de esas que colman el cuenco. A veces creo que la poesía es lo que está en el envés de la palabra(como el lenguaje Ningún de Olvidado Rey Gudú), o al menos es en ese envés donde se nos revela. Por eso, muchas veces, no es necesario entenderla, tan solo sentirla. Y colmarse en los brazos del otro llena de tantas y tantas cosas el cuenco...
Un beso, Rocío
Joder, que malo es lo de encontrar cosas en el envés de los párpados.
Y perdona por el taco.
se colmó,tal vez, el cuenco*
Si como se dice, en el vacío está el todo, igual que el cuenco del poema lo puede albergar todo, o cualquier palabra puede obrar de manera mágica. Y más en poesía, donde como dices las palabras no se limitan a su definición sino que van mucho más allá, donde el escritor y más aún el lector quiera llevarlas, lo que consiga estimular en cada uno. Se vacían para ser cualquier cosa... como siempre consigues que visualice con claridad (pero sin capacidad de definir, y eso quizás sea lo mejor) tus palabras para recrear una secuencia de imágenes... un mar encerrado en un cuenco, una vieja y agotada tarde de verano...
besos Vera
Vera, primero leí "proposición" y me desarmó de amor, y luego "el cuenco"... pretendés derretirme del todo??
Vera, me encantaron, de verdad, me parecieron maravillosos.
Besos!
Como siempre, hay bastante que sacar en claro de todo lo que dices.
Estás perdonada, Erev. Viva la espontaneidad...
Y tú lo dices, y ya tienes un versito, Silvia. Bicos
Es verdad, me gusta la libertad en la palabra, un pequeño margen para que leer nunca sea un acto pasivo. Es el que lee, el que encauza la imagen en el verso, el olor en el sonido. Es el lector el que define las facetas de un poema, el que lo desmigaja. Un mismo poema, es un nuevo poema a cada lectura. Besos, Aka
Axis, estos poemas podrían enmarcarse en la línea más dulce y tierna de Vera, quizás sea más fácil acogerse a ellos. Es un placer escribirlos, y otr placer que los lean. Besos
Gracias Alabama. Besos
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