como música venida
hacia el silencio
cada cosa tiene
su gesto de irse
Del libro Formas de decir lluvia
Cada cosa tiene su gesto de irse, pero ¿existe un gesto de volver?. El gesto de nacer, el gesto de morir, pero ¿qué hay del gesto del regreso?. La lluvia sabe, la lluvia es un perenne regreso. Pero tiene al regresar ese gesto de nacer, y nos renace. No puedo precisar la fecha en la que dejé de publicar en el blog y en la que dejé de visitaros. Quizás porque borré muchas entradas con poemas que se incluyeron en mi libro. Sí, en todo este tiempo publiqué un libro titulado Pequeña oportunidad de arder que fue una experiencia hermosa, y me deparó una amistad, la de Gabriel Viñals, cosa más hermosa todavía. Y a finales de mayo salió Formas de decir lluvia, libro por el que me siento muy afortunada, puesto que la edición es impecable, bonita, el editor encantador, y el prólogo lo firma mi querido Gabriel.
Pero a lo que íbamos, ¿cómo volver? Si he pasado meses en un torbellino político, emocional, padeciendo una especie de afasia. Sin embargo regresar a la escritura es natural. Basta una palabra para comenzar a hilar. Pero regresar al blog es regresar a la gente. Se trata de hilar algo más que palabras...Así que después de darle vueltas he decidido publicar lo que estoy escribiendo en este momento, aunque probablemente inacabado, aunque distinto a lo que suelo escribir, aunque no sé si formará parte de nada...Pero así el regreso será ante todo un gesto natural...casi lluvia
Querida mía a querido mío
Amarte es
alimentarse de nieve.
Aplaca la sed, no el hambre:
me digo víbora
dando cuenta de sí misma
deflagración del bajo vientre
pervivencia
alrededor de un agujero
de aire enviciado.
Comer la nieve, comer la nieve
sí
en el instante de cuajar
como la moribunda
confundo la salvación
con la mano que aplica el paliativo.
Masticar la nieve,
cielo
troceado
¿puede tu piel
palidecer hasta la
luz?
y amar sea este desvanecerse
en tu
desvanecer.
5 comentarios:
Pues de regresos andamos y siempre existirá el gesto. Aunque este sea adelantar un pie sobre otro o una mano rozando otra...
Aquí es la palabra dada.
Gracias por volver y regalarnos la tuya...
La siento más madura. Envolvente.
Un beso Vera
Cierto es, Sandra. Lo difícil es el instante previo, quizás porque lo llenamos únicamente de pensamiento. Cuánto vértigo da soltarse de la mano de la madre...Gracias por pasarte. Espero retomar calmada pero con continuidad. Biquiños!
Qué alegría! [fin del comunicado]
regresar al lugar aunque los mismos protagonistas ya no sean lo mismo
buena semana
*es como si nunca haber partido
siempre de vuelta, siempre, a lo andado o más, Vera!*
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