Eres igual a ti, y desigual, lo mismo que los azules del cielo.

Juan Ramón Jiménez


lunes, 25 de marzo de 2013

UN NO POEMA




"que mi devastación me pertenezca,
porque la pérdida es parte de lo dado."
Cómo nadar al estilo mariposa  de Mariel Manrique



cuando la brisa cesa
y sus flacos dedos
ya no articulan
la brizna de hierba de lo que se llama
“adentro”
cuando no respiramos otra cosa
que la atmósfera
opresiva
y martilleante
de la casa cerrada
y enmohecida
en la que nos hemos convertido
cuando la lágrima ya no es secreción viviente
sino el pronunciamiento del surco
de lo que alguna vez lloramos

podemos aferrarnos al cadáver
y buscar en los ojos del muerto
los restos de transparencia
de lo que en su día fue luz

aun a sabiendas  de que el lugar del sueño
es ese interregno de sombra tras el globo ocular
y que al apretar con fuerza los párpados
ensayamos la ficción
de que la noche más oscura
puede resucitarse de estrellas

o por el contrario aceptarnos derrumbe
y reducirnos a latencia bajo el escombro

hasta que como la flor
nos abramos de nuevo a la vida
con el gesto de aquello
que ya no se contiene

jueves, 21 de marzo de 2013

LA ZANJA

Sphinx Kiss de Franz Von Stuck





Esta entrada surgió al leer el último poema de Lila Biscia en su blog Esa afuera de mí, así que va para ella...





La mujer
su cuerpo zanjado en un poema
al que llaman carencia

Un hombre se clava en el lugar de ella
para curarse el éxodo

A la mujer nadie cura

su animal la escarba sin tregua
y va formando a su lado
un montoncito con la tierra sobrante

Hay días en los que no hay piel
sólo zanja

la mujer la mide con sus dedos
y cuanto más la mide
más la ahonda
pero es ahí
en la grieta abriéndose en otra grieta
donde la mujer se restituye


El lugar preciso del que mana un viento
que se llevará consigo el montoncito de tierra
y lo dispersará
junto con las flores que sobre los campos
asomarán
en próximas primaveras


Sphinx de Franz Von Stuck

jueves, 14 de marzo de 2013

PRESA







Algo que acecha entre la niebla
con las fauces de un lobo
partiendo en dos lo blanco
Algo que late
con pulso gemelo de mis miedos
y es cuajo de la noche que me arrima

el fruto caído de todas las carencias

Algo como el acontecer de un sexo goteándose
cuyo jugo es siempre a nuestros labios
insuficiente calostro
y aun así hace la sed
Algo que mi cuerpo incuba como a un hijo
y en su urgencia de llegar
sólo aproxima

Algo como una liturgia de las manos

UNA PALABRA
y su aliento haciendo alba en mi cogote

Aquello que me come los ojos

martes, 12 de marzo de 2013

FE






Si profeso fe alguna ha de ser en el amor
y en los cuerpos del amor




¿Quién es ese ser completo
que se manifiesta en mi latido
y del que soy dicotomía?

arrojados
como frutos que maduros
caen del árbol
nuestra sangre se acompasa en la añoranza
de un fluir unívoco

entre las galerías de los cuerpos
hacemos la oscuridad que unifica
lo que la luz vertebra
el tiempo donde sangre se conjuga en derrumbe
y se desmolda el animal

nos cavamos dentro del otro
como frutos que regresan al árbol
a través de la tierra

viernes, 8 de marzo de 2013

EL MILAGRO DE CUANDO LA NIEVE CUAJA





Posicionados en el trauma,
allí, donde hacemos barro
y humedad extrañada,
hurgamos lo partido.

Llegados al fondo,
hasta ese animal que nos ruge adentro del sexo

entre sus fauces la aurícula del corazón,
el altar en el que se ofrenda lo inasible,
y el día viene a morirse de nosotros.

Somos lugar de tierra
y algo que sube,
tomamos prestada la voz a la hierba que crece.

En la incandescencia de los cuerpos
cada caricia es copo al que lluvia
impide cuajar.

El milagro es esta felicidad triste
cuando los ojos del amor
nos enfrentan con su mirada entre sábanas
de nieve manchada.